El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este miércoles el decreto por el cual se pone fin a más de 2.000 días de obligatoriedad del uso de las mascarillas como medida de protección frente a la Covid en hospitales, residencias y farmacis, así como en centros de fisioterapia y dentistas.
A partir de ahora su uso pasa a ser recomendable dentro de la "transición hacia un nuevo manejo de la enfermedad" aprobada ayer en el Consejo de Ministros. En especial en las residencias y centros de mayores se considerará necesario seguir tomando precauciones adicionales en caso de aparición de síntomas en trabajadores, residentes o visitantes, para evitar brotes, cuidando en todo caso el bienestar de los mayores tanto a nivel físico como emocional.
El documento justifica este relajación en la medida ante la tendencia decreciente en los últimos meses tanto en los fallecimientos por la COVID-19, como en las hospitalizaciones relacionadas, los altos niveles de inmunidad de la población y la menor virulencia de los sublinajes Ómicron que reducen la vulnerabilidad de la población y han permitido controlar la COVID-19, El BOE considera que pese a que esta enfermedad "continúa siendo relevante para la salud pública, ya no supone una situación de crisis sanitaria en nuestro país".
Su obligatoriedad quedaría así únicamente reducida a pacientes inmunodeprimidos, UCI, zonas de oncológicos o quirófanos así como en urgencias.
España fue el último país en establecer su obligatoriedad en hospitales y residencias y con la retirada también es el último en sumarse de lleno al carro de la nueva normalidad tras la eliminación de su uso en el transporte público el pasado mes de febrero.
