viernes. 19.04.2024
Un aula del IES Tierra de Campos
Un aula del IES Tierra de Campos

La educación bilingüe es un fenómeno de relativa reciente implantación en nuestro país. Salvo contadas excepciones en algunos centros educativos privados, el bilingüismo no comenzó a dar sus primeros pasos hasta el año 1996, tras el acuerdo alcanzado por el Ministerio de Educación y el British Council. Actualmente, la educación en dos o tres idiomas cuenta ya con casi un millón y medio de alumnos matriculados en las enseñanzas no universitarias, lo que representa al 17,3% del alumnado. Y la cifra no para de crecer. 

Muchos padres apuestan por un colegio bilingüe desde que sus hijos comienzan su vida académica. Los colegios con un proyecto lingüístico bilingüe son los que consiguen alcanzar mayores niveles de bilingüismo entre sus estudiantes, ya que se trata def un sistema que va mucho más allá de conocer otros idiomas y que ha logrado implantarse con éxito en las principales potencias educativas del mundo como los países escandinavos.

“El bilingüismo en las aulas no va solo de aprender un nuevo idioma. Nuestro objetivo es expandir los horizontes comunicativos y de conocimiento de los alumnos. A través de la educación bilingüe conocen nuevas realidades, y se les prepara para ser más empáticos y abiertos hacia la realidad global de nuestro mundo y mucho más flexibles en la adquisición de nuevos conocimientos”, señala David Pérez Lorenzo, Apple Distinguished Educator,profesor de TIC en el centro Brains Telde y ponente del ‘IV Congreso Online para Profesionales de la Educación Bilingüe’.

Otras ventajas de la educación bilingüe, más allá de aprender idiomas

Lo cierto es que los tradicionales temores de quienes se oponen al bilingüismo ya están superados. Como muestra, un reciente estudio de la Asociación de Enseñanza Bilingüe señala que el 80% del profesorado de enseñanza bilingüe está en posesión de un nivel de competencia lingüística C1 o superior del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas

Aunque el bilingüismo no consiste únicamente en aprender nuevas lenguas, sino que sus ventajas van mucho más allá:
 

Ampliar nuestros horizontes: decía el filósofo alemán Ludwig Wittgenstein que “los límites de mi lenguaje significan los límites de mi mundo”. Quienes tienen la capacidad de comunicarse de forma fluida en más de un idioma, tienen indudablemente aparejada la ventaja de la ampliación de los límites de su mundo. Ser más receptivos a nuevas realidades y nuevos conocimientos contribuye a que el alumnado sea más empático y consciente de vivir en una sociedad global y diversa.

Impulsar las capacidades comunicativas: las capacidades comunicativas son de las más relevantes para la educación de los alumnos, ya que les permite situarse en su contexto y expresar sus ideas y sentimientos a la hora de relacionarse con los demás. Si desde pequeños trabajan esta capacidad en más de una lengua, sus posibilidades de mejora se ven incrementadas exponencialmente.

Potenciar la memoria y la capacidad de atención y concentración: tener la habilidad de alternar entre dos lenguas o más, categorizar los elementos y poder compararlos en dos idiomas diferentes, tiene un impacto directo en las capacidades organizativas de los alumnos y les facilitará la adquisición de nuevos conocimientos con menor esfuerzo.

El bilingüismo es una metodología, no un curso de idiomas: el bilingüismo es un método educativo que acaba trascendiendo el entorno del aula y que no se limita únicamente a aprender lenguas extranjeras. Fomentar entornos bilingües y exponer a los niños y niñas a experiencias en otros idiomas son claves para mejorar su adaptación a esta metodología sin generar frustraciones innecesarias.

“Hay múltiples formas de adquirir conocimientos y cada vez contamos con más mecanismos para ello. Por tanto, no debemos preocuparnos de que ciertos contenidos no se aprendan en la lengua materna, sino de que todos los conocimientos que se transmitan al alumnado se hagan de una manera fluida, que la entiendan casi como natural. De esta manera serán ellos quienes sigan explorando e investigando para aumentar los límites de su mundo”, concluye David Pérez Lorenzo.

El bilingüismo en las aulas, de nuevo a examen