El Ingreso Mínimo Vital (IMV) ha alcanzado en enero de 2025 a un total de 671.849 hogares, protegiendo a más de dos millones de personas en toda España. Según los datos proporcionados por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), la cuantía media de la prestación es de 516,5 euros por hogar. El IMV tiene como objetivo principal reducir la pobreza y la exclusión social, especialmente en los hogares con menos recursos.
Uno de los principales focos del IMV es la lucha contra la pobreza infantil. En enero, el 69,1% de los hogares beneficiarios cuentan con niños, niñas y adolescentes. En total, 850.127 menores de edad han recibido apoyo económico a través de esta medida, lo que representa el 41,5% de los beneficiarios totales del IMV, reflejando la gran incidencia de la pobreza infantil en el país.
Además del IMV, existe un complemento destinado a los hogares con niños, conocido como el Complemento de Ayuda para la Infancia (CAPI). En enero, esta ayuda ha beneficiado a 464.471 unidades de convivencia. La cantidad varía según la edad de los menores, con importes que oscilan entre los 57,5 euros y los 115 euros mensuales por cada niño, dependiendo de su edad.
El perfil de los beneficiarios muestra una clara mayoría femenina, ya que el 67,5% de los titulares del IMV son mujeres. Asimismo, el 82,4% de los beneficiarios son de nacionalidad española, con una edad media de 45,2 años entre los titulares. Estos datos demuestran que el IMV sigue siendo una herramienta clave para la protección social, especialmente en hogares encabezados por mujeres.
Desde su implementación en junio de 2020, el IMV ha tenido un impacto positivo en la vida de millones de personas. En enero de 2025, el número de prestaciones activas ha aumentado un 25% con respecto al año anterior, beneficiando a un total de 2.842.392 personas. Además, el IMV ha sido especialmente reforzado para aquellos afectados por desastres naturales como la DANA, con un complemento extraordinario aplicado a 16.000 familias.
