La segunda luna llena de la primavera traía ayer por la tarde noche tormentas y granizadas en la provincia. Más allá de lo meteorológico confluían varios frentes uno de ellos en la realidad de la filosofía budista.
También era la luna de Vesak el evento más sagrado del budismo. Un momento en el que Buda ofrece a la humanidad sabiduría y purificación. Un mensaje que en cuanto a la sabiduría hemos de reconocer que poca, y la purificación quizá necesitemos baños de ella en estos días.
Un momento clave en al humanidad que sigue amenazada por una pandemia en la que la sabiduría brilla por su ausencia y en la que el hombre continúa sumido en su necedad y en su egoísmo, ojala este sea un momento de reconocer y darse cuenta de lo importante.
La purificación y el conocimiento llegará eso si para los que sepan interpretar estas señales que no solo buda sino que la misma naturaleza y el sentido común ofrecen al humano. Quizá la tormenta perfecta empiece en muchos a partir de hoy o quizá comenzó el día en el que la amenaza de un enemigo invisible a simple vista ha dejado a las armas pequeñas y sin sentido. Un día de reflexión que estará lleno de tormentas perfectas en los interiores de los que miran con otros ojos.
Imagen y vídeo de Mara Castaño
