La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, anunció el pasado 11 de noviembre en sede parlamentaria que el IVA de las mascarillas iba a verse reducido desde el 21% al 4%. El anuncio llegaba cargado de polémica porque esta estaba siendo una de las demandas más solicitadas por parte de buena parte de la oposición.
El ejecutivo mantenía hasta la fecha que era una directiva europea la que impedía la reducción del IVA, algo que es verdad, aunque también es cierto que desde mayo la Comisión advirtió a los países miembros de la UE que no iba a sancionar a los estados que optaran por esta vía. Eso es lo que hicieron varios, como Portugal, Francia o Italia.
España, por tanto, se situaba como uno de los países donde este artículo tan necesario en estos tiempos estaba grabado con un IVA muy elevado. El ejecutivo finalmente adoptó la fórmula de reducir el IVA al 4% tras recibir la confirmación de la UE de que no iba a mediar sanción, según sus fuentes.
Menos IVA y precio aún más reducido
Hasta el 11 de noviembre, ante las peticiones de la oposición y de la ciudadanía de acometer reformas para reducir el IVA, el Gobierno se mantenía firme en que esta decisión podría repercutir en sanciones por parte de la UE y que ya el ejecutivo había tomado una medida de calado, fijar el precio máximo de las mascarillas quirúrgicas a 0,96 euros la unidad.
En este sentido, el Gobierno también ha tomado medidas para no solo reducir el IVA, sino también el precio máximo unitario en un 25%. Así, desde el 17 de noviembre estas mascarillas ya no solo están gravadas con un 4% de IVA, sino que su precio máximo de venta es de 0,72 euros.
Estas nuevas medidas entran en vigor el 18 de noviembre, tras la publicación oficial en el BOE. Desde esa fecha se produce una nueva revisión junto al CIPM, la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos, para adecuar su valor según la reducción del IVA y se procederá a vigilar los precios del mercado.
Las mascarillas con válvula, también prohibidas
La bajada del IVA y del precio máximo de venta no es la única medida que afecta a la venta de mascarillas que se estudia durante estas semanas. El Ministerio de Consumo, a través de una orden ministerial, pretende fijar los requisitos de información y comercialización de mascarillas higiénicas y prohibir la venta de mascarillas higiénicas con válvula para prevenir el contagio de coronavirus.
La agencia de noticias Europa Press ha recibido un borrador del ministerio encabezado por Alberto Garzón en el que se propine la prohibición de la venta de “mascarillas higiénicas y cobertores faciales con válvula de exhalación o válvula anti-retorno que permita que el aire exhalado escape de la mascarilla”.
En este sentido, la orden indica que solo se admitirán las mascarillas higiénicas seguras, las que cumplan con los controles sanitarios y de calidad suficiente. Así mismo, tampoco serán válidos los diseños que dificulten la respiración”.
El propio Ministerio de Consumo ya advierte en un documento oficial cuáles son las mascarillas más adecuadas para cada sector de la población, animando a las personas sanas a utilizar mascarillas higiénicas pero que cumplan con estándares de calidad UNE.
Un ejemplo de estas mascarillas higiénicas válidas para personas sanas son las Kv96 de Sanity Mask. Este tipo de cobertores son óptimos porque son reutilizables, se pueden lavar y están fabricados siguiendo estrictos protocolos sanitarios y de consumo. Con su uso se reduce la generación de residuos, pues no debemos olvidar que las mascarillas son productos no reciclables, según advierte Ecoembes, la organización líder en reciclaje y separación de residuos.
No son productos sanitarios
A su vez, el Ministerio de Consumo propone otras medidas como evitar los objetos punzantes o cortantes en los bordes de mascarillas y obliga a que estos productos cumplan con las medidas de sujeción en menores.
Las mascarillas transparentes, una demanda del colectivo de personas con problemas de audición, también estarán especificadas sus características en esta orden ministerial, e incluirán partes transparentes para permitir la lectura labial.
Las recomendaciones de los Ministerios de Consumo y de Sanidad también indican que las mascarillas higiénicas, a pesar de ser las más recomendadas para personas sanas, no son un producto sanitario ni un EPI.