
El 9 de febrero se celebra el Día de la Seguridad en Internet, una fecha que recuerda la importancia de velar por nuestra privacidad y precaución en la red que el comparador Acierto.com ha aprovechado para analizar nuestro comportamiento online. La plataforma también examina cómo ha afectado la pandemia en este ámbito.
El punto de partida del estudio son los comportamientos individuales que, evidentemente, se hacen extensibles al ámbito de la empresa.
Los empleados y usuarios: ni contraseñas ni actualizaciones
Así y aunque a los internautas españoles cada vez les preocupa más su privacidad y seguridad online, la mayoría lleva a cabo comportamientos de riesgo, principalmente por desconocimiento. Según los datos de Acierto.com, hasta el 89% de los encuestados desconoce cómo crear correctamente una contraseña segura. Y no solo eso, sino que 4 de cada 5 no la cambia casi nunca.
Por otra parte, los datos de Acierto.com indican que 4 de cada 10 internautas hacen caso omiso de las notificaciones de actualización de sus equipos. Además, hasta el 92% ignora los peligros que estos comportamientos conllevan. A esto hay que añadirle otro punto más: el 88% de los usuarios acepta los términos y condiciones de privacidad, permisos y cesión de datos personales sin leerlos. Inclusive los de las apps móviles.
Las consecuencias son fáciles de imaginar: más de la mitad de los españoles se han visto afectados por algún virus informático. Pero, ¿qué pasa con las empresas?
La protección de datos y la seguridad preocupa a los directivos
Los datos cobran todavía más relevancia si tenemos en cuenta que el 70% de los ciberdelitos que se producen están dirigidos a PYMES, y que en solo un año los ataques informáticos a empresas han aumentado un 130%.
Los ataques informáticos y la filtración de datos son la mayor preocupación para el 36% de los directivos españoles. Esto también está relacionado con el Reglamento General de Protección de Datos: las sanciones por no cumplirlo superan los 7.000 millones de euros en toda Europa. Y España es el país donde más multas se ponen. Las más castigadas con las operadoras de telecomunicaciones. El error que suele acarrear sanciones de un importe superior es la falta de medidas organizativas y técnicas que garanticen la seguridad de la información.
Otras maneras de proteger nuestros datos
Crear contraseñas seguras: una clave segura debería no solo combinar mayúsculas y números, sino también minúsculas y símbolos o signos de puntuación; y contar con más de ocho caracteres de longitud (cuanto más larga, más segura). Además, debería prescindir de datos obvios como el nombre, año de nacimiento, palabras malsonantes y similares. Tampoco es conveniente usar la misma en todos los servicios. Para recordarlas podemos usar un gestor de contraseñas.
Mantener el equipo actualizado, optar por conexiones seguras, es decir, evitar Wifis públicas y similares. Revisar las políticas de privacidad y configurar las opciones en apps y plataformas sociales, no descargar archivos ni apps de remitentes y proveedores desconocidos, deshabilitar los complementos innecesarios del navegador y realizar copias de seguridad son otras recomendaciones.
En cuanto a las transacciones online, es recomendable desconfiar de todos aquellos mensajes en cadena a través de WhatsApp que ofrecen suculentas y dudosas ofertas. Este tipo de links pueden no solo redirigir al usuario a portales fraudulentos, falsas páginas de Facebook y similares; sino también descargar un archivo que infecte su dispositivo. Para evitarlo y en los casos comentados, revisar el nombre de la url, verificar que el site se conecta a Internet por el protocolo https y comprobar que cuenta con el sello de confianza de Facebook será clave.
Asimismo, conviene aumentar las precauciones con los portales desconocidos -acudiendo a foros especializados o a registros de empresa, por ejemplo- y recelar de los vendedores desconocidos en plataformas conocidas -tipo Amazon- que cuenten con escasas reseñas. Lo mismo ocurre con las apps de compras, cuyas reviews en la Play Store y homólogas no deberíamos dejar de leer. Las descripciones con faltas de ortografía y las solicitudes de permisos sospechosos también son reveladores. Comparar online –ya son 9 de cada 10 españoles los que lo hacen antes de comprar– también será útil. Y si ya es tarde y hemos sido víctimas de este tipo de fraude, informar al banco y denunciar a través de la Oficina de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil resultará imprescindible para evitar su propagación.
Fuente: Acierto Comunicación