La Agencia Europea del Medio Ambiente desveló hace unos meses que el ruido causa 16.600 muertes prematuras en Europa y 72.000 hospitalizaciones al año: un problema en el que el tráfico rodado tiene un peso considerable. Por este motivo se ha decidido instalar en países como Francia, los radares Medusa, que controlan el ruido producido por el tráfico rodado y multar si exceden los decibelios permitidos.
¿Cómo funciona el radar medusa?
Estarán equipados con micrófonos para medir el ruido que emite cada vehículo y cámaras para interceptar la matrícula del infractor. No se podrán superar los 90 decibelios y los que rebasen esa cifra serán sancionados con una multa de 135 euros. Un castigo que llegará a medida que avancen las pruebas.
¿Se implanta en España?
Por ahora, la Dirección General de Tráficono tiene intención de instalar radares sonoros en las carreteras españolas a corto y medio plazo. No obstante, en algunas comunidades autónomas sí se está empleando la tecnología existente para reducir el ruido procedente del tráfico rodado: en Cataluña, el Servei Català de Trànsit (SCT), complementó la presencia de un radar fijo con varios de tramo para minimizar la contaminación acústica. Aunque estos dispositivos no miden la intensidad del sonido de los coches, pero al limitar la velocidad contribuyen a atenuarlo.