Según un nuevo informe de la consultora Oliver Wyman, la movilidad compartida, que incluye servicios como las VTCs, el alquiler de patinetes y bicicletas eléctricas y el uso compartido de vehículos, representará el 7% de todos los desplazamientos urbanos del mundo en 2030 (frente al 3% actual), lo que elevará el tamaño total del mercado a 401.000 millones de dólares (casi 376.000 millones de euros).
El estudio “El impacto global de la movilidad compartida” pone de relieve el impacto económico, social y medioambiental global del sector en su evolución hacia la movilidad compartida, con el apoyo de los datos facilitados por el mayor operador europeo, Bolt. Además, el análisis destaca el cada vez mayor impacto del sector en las economías de las ciudades, con 16 millones de dólares (15 millones de euros) de ingresos que se espera que aumenten para 2030.
La mayoría de estas ganancias se encuentran dentro de la conducción de VTCs, donde los conductores suelen ganar ahora muy por encima del salario mínimo interprofesional en ciudades europeas como Berlín, con más de un 37%, o Tallin donde supera el 91%, y muy por encima de los salarios en trabajos similares en África (hasta +130% en Sudáfrica y Nigeria).
Por otro lado, el análisis de la consultora subraya el papel del sector en ofrecer un transporte asequible y accesible en un contexto de crisis económica. Se pone de relieve el importante ahorro del que pueden beneficiarse ahora los propietarios de vehículos que recorren menos de 15.000 km al año, una cifra cada vez más relevante si se tiene encuenta que actualmente el coche recorre como media en Europa sólo 11.000 km, 1.700 km menos que hace 10 años.
La movilidad compartida desempeña además un papel importante a la hora de abordar los retos medioambientales a los que se enfrentan las grandes ciudades. Los datos de Bolt muestran que el 10% de los desplazamientos en patinetes sustituyen directamente a los viajes en coche, lo que crea un impacto positivo en el medioambiente. Una movilidad multimodal ha permitido a ciudades como Berlín disminuir el uso del coche privado hasta un 20%.