Durante este año ha finalizado la concentración parcelaria en un pequeño pueblo de Sayago Mogatar, tras un par de años de trabajo y buen hacer. Esta es la visión de un propietario de tierras en la zona donde ahora el vender o comprar una tierra es todo un hándicap.
"Una vez terminada, recibimos la sorpresa de que el valor catastral por la que se prorratea el cálculo del impuesto que pagan anualmente, ha subido desde el doble hasta casi 16 veces por encima del precio que tenía el año pasado.
Visto esto y considerando que es completamente abusivo, hacemos la correspondiente reclamación y rápidamente nos comunican un nuevo valor que en la mayoría de los casos sigue sobrepasando con creces el doble del que tenía el año pasado, vamos como si el valor del trigo la cebada o el centeno se hubieran "desmadrao".
Ahora ya no hay más reclamación que contratar a un abogado y tirar "palante", pero saben con certeza de antemano, que a eso nadie se va a arriesgar, porque el resultado va a ser el que ellos decidan. Puede que la gente piense que la subida se deba a que el hecho de hacer la concentración parcelaria vale mucho dinero, cierto que vale mucho dinero, y por que en los pueblos de alrededor en los que se ha hecho con anterioridad siguen pagando como hace 20 años, si ya al precio anterior no había compradores, porque en estos pueblos cada vez quedan menos personas activas, con estas medidas todavía se lo ponen aún más difícil.
Me pregunto que si estas son las ayudas que tanto prometen para la España vaciada".