Las cosas están cambiando en los centros de trabajo. Ya no solamente hay flexibilidad para ir a la oficina o quedarse en casa, sino que se están planteando nuevos desafíos. Uno de los más interesantes es la posibilidad de trabajar cuatro días a la semana, algo que supone todo un reto de cara al futuro.
Y, es precisamente en este marco donde se halla la nueva propuesta del Ministerio de Industria. Este organismo ha dado luz verde a la implantación de la jornada laboral de cuatro días en 150 empresas de todo el territorio nacional. El plan que se impulsa desde la cartera que dirige Reyes Maroto, destinará un total de 10 millones a esta experiencia.
En esta nueva realidad, la tecnología va a jugar un papel fundamental para reorganizar los entornos laborales. Soluciones como la de Bookker permitirán revolucionar los espacios de trabajo, ya "con una jornada de cuatro días ya no hay necesidad de tener puestos fijos para cada empleado", apunta Miguel Ángel Orellana, CEO y Fundador de la compañía.
El reto salarial
El gran interrogante sobre la que podría ser una nueva realidad en los centros de trabajo es si el poder adquisitivo de los empleados se verá mermado. Las iniciativas puestas en marcha antes del proyecto del ministerio de Industria se han posicionado en varios frentes:
- Optar por mantener el salario de los trabajadores a pesar de trabajar cuatro horas a la semana.
- Realizar una rebaja directamente proporcional o similar, ponderando en favor del asalariado, para compensar las horas que se dejan de producir. La mayoría de los que se decantaron por este modelo han fracasado.
- Un modelo híbrido de 36 horas semanales en el que se deja a opción del trabajador el poder elegir. Puede repartirlas a lo largo de cinco días, en jornada intensiva, o cuatro, en la modalidad de jornada partida.
El papel fundamental de la tecnología
La puesta en marcha de una semana laboral de cuatro días traerá consigo importantes novedades. Una de las más destacables será el cambio de la relación entre empleados y sus entornos de trabajo, que deberá ser más dinámica y flexible en este nuevo escenario.
Miguel Orellana, CEO y Fundador de Bookker, apunta a dos tipos de soluciones tecnológicas a implementar en el marco de la jornada laboral de cuatro días:
- Aquellas que permiten poder trabajar desde casa con la misma eficacia y seguridad que desde la oficina, es decir, soluciones de comunicación y seguridad. Pero, además, han tomado fuerza las que tienen que ver con la colaboración.
- Por otro, el hecho de que haya movilidad de empleados y que las oficinas deban redimensionarse (ahora no tiene sentido tener un puesto fijo por empleado) obliga a tener un control de los recursos con los que cuenta un empleado.
Gestionar espacios de trabajo en el nuevo paradigma será un reto para el que las empresas necesitarán apoyos externos. Para poder funcionar bajo este nuevo sistema, la tecnología de realidad aumentada permitirá a las empresas organizar de forma provechosa todos los recursos físicos de los que dispone.
Aplicaciones de la Realidad Aumentada
Para Miguel Ángel Orellana, "todo proceso de digitalización pasa en mayor o menor medida en una interacción con los usuarios. Si en estos procesos no se pone foco en su experiencia, la adopción del nuevo proceso digitalizado será más lenta o incluso fallida".
"La realidad aumentada es una tecnología que permite mejorar la experiencia de los usuarios creando interfaces que les facilitan el acceso a la información de forma visual e inmediata. Hay que tener en cuenta que los nuevos empleados son ya nativos digitales y buscan precisamente esa interacción más atractiva y tecnológica", continúa.
El CEO y fundador de Bookker cree que "la virtualización del puesto de trabajo es una realidad y las herramientas que lo permitan serán facilitadores de dicha evolución".