Con ello, se pretende elevar la transparencia de las compañías, reducir la contabilidad B y, a la vez, facilitar el trabajo de pequeños empresarios y autónomos con softwares cómodos e intuitivos que reduzcan las labores de gestión.
Sin embargo, en el ámbito de la empresa han surgido muchísimas dudas sobre esta obligación de uso de un software de gestión: ¿cuándo debe estar instalado? ¿Qué mínimos tiene que cumplir? ¿Se puede elegir cualquiera?
Resolvemos algunas de estas cuestiones para que la transición a la facturación digital no se convierta en una pesadilla y que los profesionales que den el paso hoy mismo sientan que han hecho una inversión a futuro.
¿Cuándo será obligatoria la factura electrónica?
Aunque las dos leyes que hacen mención a la obligatoriedad de la factura electrónica ya se han publicado, lo cierto es que todavía falta un paso: la elaboración del reglamento asociado.
Esto ha dado una tregua a las empresas nacionales, que todavía no tienen que sumarse obligatoriamente a este modo de registrar su actividad, aunque sí que es aconsejable ir dando el paso cuanto antes.
¿Cuándo se fijará la fecha límite? Según se ha publicado, una vez que se presente el reglamento, las empresas con más de un millón de euros anuales de facturación tendrán un año para adaptarse. Por otro lado, las que muevan menos de esa cantidad contarán con un plazo superior, de hasta tres años.
A la luz de estas cifras, la totalidad de las compañías españolas se adaptarán en torno a finales de 2026 o principios de 2027.
¿Cómo tiene que ser el software obligatorio?
Más allá de la fecha de adaptación, los empresarios nacionales están preocupados, especialmente, por qué tipo de características tienen que cumplir los programas utilizados.
Es importante que los elegidos certifiquen que trabajan bajo los parámetros de las nuevas leyes, que impiden la contabilidad B y que están en plena comunicación con la Tesorería Pública.
Entre las principales características de estos programas, hay que tener especial cuidado con lo siguiente:
- Asegurar la conexión de los sistemas informáticos.
- Lograr la compatibilidad con los aparatos de los clientes, los proveedores y las administraciones públicas.
- Asegurar que los datos son inalterados en todo el proceso.
- Garantizar que se pueda hacer un seguimiento de cualquier factura desde su origen hasta su destino.
¿Cómo asegurar todo esto? Apostando por programas de facturación de gran confianza, considerados como los mejores de cuantos pueden existir actualmente en el país.
Los desarrolladores de este tipo de software de gestión se encargarán de que sus clientes cumplan fielmente con la ley.
Además, harán lo necesario para que sus programas se encuentren siempre actualizados, para que así no sea necesario hacer un cambio de sistema ante cambios en la norma o si se imponen ahora, tiempo antes de la aprobación definitiva de la obligatoriedad de usar factura electrónica.