Son 6 las personas que ahora se mantienen ingresadas en ese Arca de Noé que está siendo el Hotel Rey Don Sancho de Zamora. Un Arca que cumple con un cometido social más que importante y que hoy celebra el alta de la primera persona que entró a formar parte de una solución especial aportada por la Junta de Castilla y León y que marca la situación del hotel Rey Don Sancho como salvavidas social.
Este compromiso social de la Junta de Castilla y León y que ayudada por Cruz Roja para el transporte de los usuarios, mantienen a personas con problemas para cumplir sus cuarentenas en casa o en lugares comunes que podrían ser focos de brotes al compartir espacios. El Rey Don Sancho es toda una tabla de salvación hoy para seis personas, siete hasta esta tarde en la que una mujer, la primera en entrar hacía su salida, esta tarde a partir de las 5:30 horas ya hacia una vida que puede ser "normal" sin aislamientos.
En su mayoría son varones los que habitan durante estos días en el Arca de Noé donde confiesan que están siendo atendidos de forma más que especial y con todo tipo de atenciones y cariño.
El contrato con el hotel era de manutención completa: o lo que es lo mismo desayuno, comida y cena, pero la buena fe del hotel y la necesidad de cubrir los almuerzos y meriendas puesto que las personas inquilinas son en su mayoría personas mayores, lleva a que también se esté ofreciendo a título particular y por parte del hotel este tipo de atención que agradecen los usuarios. Pequeños refrigerios a media mañana o a media tarde se están sirviendo también desde la cocina que funciona en diferentes turnos para atender a estos especiales huéspedes que en algunos casos tienen una dieta especial controlada por los servicios del hotel.
Los inquilinos muestran su gratitud y claro está que aunque sólo son 10 días los que pueden estar alojados, los usuarios muestran y comentan que están dando un alivio a título personal a sus problemas, y que en todo caso agradecen el estupendo trato que les están ofreciendo en el hotel.
El trabajo de los empleados en el hotel es complicado y tras la parafernalia que supone ponerse quitarse los trajes para atender a los usuarios, así como las desinfecciones de las habitaciones, baños etc toda la plantilla contratada para tal fin muestran su satisfacción tras ya más de 10 días de ingresos que están siendo más cada día, ya que se siguen complicando las cosas en el Hospital Virgen de la Concha.
Ayer tarde dos nuevos ingresos y son ya seis los inquilinos de este arca de Noé que es barco de esperanza para estas personas que pasan su cuarentena fuera de un ámbito familiar y solos. Una carga más que importante, con lo que eso conlleva en la curación de una enfermedad que está lastrando el buen desarrollo de la vida como se hacía antes de esta "nueva normalidad" que de normal no tiene nada.
