Don Sancho el gran anfitrión de FolkZamora y Ringorrango despidieron el folclore en la capital a saber hasta cuando

La tarde noche del domingo marcó el final de FolkZamora el festival que este año ha sido más reducido en cuanto a grupos de baile y folclóricos internacionales pero no en cuanto a calidad que la ha habido y mucha aún siendo un año de especial momento crítico.

La tarde se iniciaba con Rigorrango una formación musical que nacía en Zamora, en 2011, y lo hacía por un interés común por el folclore, la música tradicional y el divertimento, así lo hicieron constar en la Plaza de la Catedral que mostró un lleno total dentro de un aforo limitado que dejó a cerca de 200 personas con las ganas de poder integrarse en el recinto de la Plaza pero que se colocaron buscando ver el espectáculo fuera del mismo tomando también las medidas de seguridad pertinentes aunque lo hicieron de pie.

Interpretaron un repertorio melódico y conocido de Castilla y León y de Zamora sobre todo, jotas, ajechaos, corridos maragatos, y sones brincaos o baile sanabrés, entre otros ritmos. Un grupo ya conocido en Zamora y que hizo que muchas veces el público se arrancara junto con ellos.

Mas tarde fue el momento de los anfitriones que volvieron a dejar claro que el folclore zamorano vende y convence y que tras el trabajo realizado en pocos días con pocos ensayos a cuenta de la pandemia hay mucha escuela y mucho aprendido durante años, porque al fin y a la postre el grupo podría haber realizado su actuación a ojos vendados. Un grupo cohesionado y con una gran responsabilidad a sus espaldas, cerrar el FOlkZamora que puede ser el último festival folclórico de la temporada y del año ya que las actuaciones no se prodigarán debido a la pandemia y a la limitación en los espectáculos.

Galería de imágenes  ( Fotos Marcos Vicente)

 

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