Marcada por sus orígenes difusos, la radio supuso un salto en el mundo de la comunicación entre finales del siglo XIX y el XX, cuando en 1904 finalmente se presentó la patente del transmisor de la mano de Marconi. Este medio, que no entiende de distancias, ha sabido reinventarse desde su primera retransmisión hace ya la friolera de 140 años y sobrevivir al paso del tiempo. Nada, ni la revolución tecnológica, ni las dudas sobre su futuro han podido con el encanto y el poder de las ondas. Hoy, es su día. Así lo estableció la UNESCO.
Desde su invención y puesta en el mercado, la radio ha estado presente en multitud de acontecimientos históricos. En 1938, Orson Wells revolucionó el panorama social estadounidense con "La Guerra de los Mundos", una adaptación de la novela de ciencia ficción de H.G. Wells para la CBS. La narración resultó tan creíble que muchos estadounidenses entraron en pánico pensando que los extraterrestres habían invadido la tierra como si de una crónica se tratara.
Pero si por algo ha sido capaz de destacar ha sido por su enorme capacidas para erigirse como un medio imprescindible gracias a su inmediatez y capacidad de alcance, algo idóneo para la retransmisión de situaciones de emergencia. La invasión nazi en Francia en 1940 o el estallido de las bombas de Hiroshima y Nagasaki que pusieron fin a la II Guerra Mundial fueron algunos de los hechos históricos que resonaron a través de las ondas.
Otro hito narrado a través de los micrófonos de la radio fue la llegada del hombre a la Luna en 1967. Retransmisiones seguidas de forma masiva sobre todo en aquellos lugares a donde no llegaba la señal de una por emtonces aún incipiente televisión.
La radio ha estado presente siempre que ha habido una noticia de alcance: desde el asesinato de JFK, a la muerte de John Lennon.
En España, la radio fue crucial en la difusión de la intentona golpista del 23F de 1981. Tanto es así que a aquella larga madrugada se le conoce popularmente como "la noche de los transistores". La radio fue el único medio por el que todos los españoles pudieron seguir minuto a minuto lo que ocurría en el interior del Congreso de los Diputados. Ninguna imagen salió de allí durante el Golpe, sólo el sonido de la radio. En el siguiente documento sonoro de Radio Nacional de España, se escucha la irrupción de los guardias civiles en la cámara baja:
A día de hoy resulta innegable el papel que juega la música en la radio, sirviendo de colchón, acompañamiento u otorgándole directamente el papel protagonista. Decenas de miles de artistas y grupos de todo el mundo se han asomado a las casos de los oyentes valiéndose del poder de las ondas hertzianas. Algo que no podía por menos que servir de fuente de inspiración para múltiples cantantes, que le han rendido su particular homenaje en forma de canción. Algunos tan clásicos "Radio GaGa" de Queen.
Desde apagar ciudades, descargar videojuegos... hasta salvar la Torre Eiffel de su destrucción
En 1914, en pleno arranque de la I Guerra Mundial, la instalación de un receptor de radio en lo alto de la Torre Eiffel -que por entonces había perdido muchos adeptos y se encontraba en claro peligro-, bloqueó las comunicaciones enemigas, lo que dificultó el avance alemán sobre París y, por consiguiente, la erigió como todo un símbolo de la victoria en la Primera batalla de Marne.
Su poder ha sido tal que se llegó a apagar la luz de toda la ciudad de Reykjavik (Islandia) para escuchar un programa de radio sobre astronomía al tiempo que sus habitantes contemplaban las estrellas en el firmamento gracias a la eliminacion de la contaminación lumínica. Otras señales son todo un misterio como la emisora UVB-76 que no se sabe quién envía la señal y que lleva sonando ininterrumpidamente desde algún punto cercano a Moscú desde 1982.
La radio también ha servido de paraguas para grandes momentos y movimientos sociales como el primer discurso del emperador de Japón en el que anunció la rendición o la caída de adeptos del Ku Kux Klan a raíz de la emisión dela radionovela "Supermán". También para mantener la democracia, ya que un submarino nuclear británico utiliza la señal de Radio 4 de la BBC para comprobar que el Gobierno no ha sido derrocado.
Pero hay muchas más anécdotas. ¿Sabías que en los años 30 hubo una emisora que se podía sintonizar prácticamente en la mitad del globo terráqueo? Pues sí, se trata de la WLW, una radio comercial de Cincinati, que emitía con una potencia de 500 kW; es decir, que su señal era tan fuerte que los vecinos ni siquiera tenían que encender el aparato para escuchar la emisión.
¿Y cuál fue la primera transmisión radiofónica del mundo?
Se realizó en la Nochebuena de 1906. Fue en EEUU a través de la Bratetasnt Rock Station de Massachusetts. Su responsable utilizó un alternador electromecánico de alta frecuencia. Reginald Aubrey Fessenden transmitió la canción "Oh Holy Night" que él mismo tocó al violín.
¿Cómo funcionabas las primeras radios?
Pues a gas. La ocurrencia fue de las compañías de gas británicas, que ante el auge de la electricidad, temían perder cuota de clientes y desarrollaron un equipo de radio que funcionaba -precisamente- a gas. Además de escuchar la BBC, servía como calefacción.
¿Quién fue el inventor de la radio?
Guglielmo Marconi y la primera retransmisión radiofónica de la historia se produjo en Nochebuena de 1906, desde Massachusetts... En bares y recintos públicos se pudo escuchar una pieza de violín, la canción "Oh Holy Night" y algunos versos de la Biblia.
¿Cuál fue el primer informativo radiofónico?
Las elecciones presidenciales en Estados Unidos. El primer boletín de radio lo escucharon los oyentes de la KDKA, cuando se presentaron los resultados de los comicios de Harding contra Cox en 1920.
¿Qué tiene que ver la radio con el Titanic?
La radio y el mar han ido íntimamente ligados. Si las señales horarias comenzados a emitirse para darle la hora a los barcos, fue el hundimiento del Titanic el que hizo regular la radio a nivel mundial. Durante su hundimiento, la radio del barco estuvo 32 horas sin funcionar, lo cual sin duda contribuyó a la gran tragedia en vidas humanas. Tuvo que pasar una catástrofe de esta magnitud para que se reglamentaran las frecuencias y potencias de emisión, y otras reglamentaciones.