martes. 05.12.2023
Dolor de espalda. Fotografía de archivo
Dolor de espalda. Fotografía de archivo
El dolor de espalda puede acentuarse con el frío, especialmente en la zona cervical, que suele ser la más afectada cuando hay que enfrentarse a bajas temperaturas por la contracción de los músculos en torno al cuello de manera involuntaria y prolongada.

También las malas posturas, las largas horas ante las pantallas y al uso de teléfonos móviles, hace que la musculatura sufra y aparezcan molestias cervicales y contracturas o 'nudos', que pueden reflejar el dolor en otras partes del cuerpo, como los brazos, e incluso provocar dolores de cabeza. 

El contraste de temperaturas entre entornos cerrados y abiertos provoca que se suelan adoptar posturas como elevar los hombros, encorvar la espalda y agachar la cabeza; se tensiona todo el cuerpo y, de manera más acusada, la parte superior del cuerpo. 

El malestar o dolor y la preocupación que se derivan de ello, en terapia de calor, genera estrés e impide descansar bien, lo cual influye todavía más negativamente en la musculatura y se entra en un círculo vicioso que se retroalimenta.

Para combatir las contracturas y las molestias que provocan, se aconseja ser más conscientes de la postura que se adopta, realizar estiramientos de cuello y brazos a diario y moverse cada dos horas, especialmente si se está en entornos fríos o si se pasan muchas horas sentados y frente a pantallas.

Así pues, cuando empiezan a aparecer las molestas contracturas, el experto recomienda utilizar parches térmicos terapéuticos, que generan un agradable calor prolongado durante horas, aumentan el flujo sanguíneo, ayudan a la relajación de los músculos y alivian el dolor.

Las bajas temperaturas pueden acentuar las molestias y dolores de espalda