
También las malas posturas, las largas horas ante las pantallas y al uso de teléfonos móviles, hace que la musculatura sufra y aparezcan molestias cervicales y contracturas o 'nudos', que pueden reflejar el dolor en otras partes del cuerpo, como los brazos, e incluso provocar dolores de cabeza.
El contraste de temperaturas entre entornos cerrados y abiertos provoca que se suelan adoptar posturas como elevar los hombros, encorvar la espalda y agachar la cabeza; se tensiona todo el cuerpo y, de manera más acusada, la parte superior del cuerpo.
El malestar o dolor y la preocupación que se derivan de ello, en terapia de calor, genera estrés e impide descansar bien, lo cual influye todavía más negativamente en la musculatura y se entra en un círculo vicioso que se retroalimenta.
Para combatir las contracturas y las molestias que provocan, se aconseja ser más conscientes de la postura que se adopta, realizar estiramientos de cuello y brazos a diario y moverse cada dos horas, especialmente si se está en entornos fríos o si se pasan muchas horas sentados y frente a pantallas.
Así pues, cuando empiezan a aparecer las molestas contracturas, el experto recomienda utilizar parches térmicos terapéuticos, que generan un agradable calor prolongado durante horas, aumentan el flujo sanguíneo, ayudan a la relajación de los músculos y alivian el dolor.