De las pintadas garabateadas sin gusto alguno se ha pasado al arte urbano de los grafitis que en los últimos días ha emergido en una pequeña calle del barrio de Los Bloques a la que aún no ha llegado el asfalto.
El callejón de Pedro Alvarado hasta ahora había destacado por ser un pequeño atajo bastante descuidado que comunicaba las calles de Churruca y Núñez de Balboa sin tener que pasar por Hermanos Pinzón. En él que convivían las heces caninas en el suelo terroso con la estética del descuido en las paredes. Ahora, jóvenes del barrio han decidido dar un lavado de cara y adecentar este callejón de apenas veinte metros que constituye una isla de tierra en medio del asfalto urbano de Los Bloques. La mano experta en el manejo de los aerosoles ha convertido un estrecho paso entre dos bloques de viviendas en un lugar en el que centrar las miradas y deleitar la vista con una estampa de fantasía en forma de mural. Desde esta semana un grafiti decora la pared lateral del edificio situado en el número 46 de la calle Churruca.