jueves. 25.04.2024

Los antivacunas han reaparecido en Zamora y se hacen llamar la "Quinta columna", una expresión utilizada para designar, en una situación de confrontación, a un sector de la población "leal"  hacia el otro bando por motivos religiosos, económicos, ideológicos o étnicos.

Los pasquines han aparecido en varios vehículos aparcados en las calles Magistral Romero y Francisco Pizarro. En unos coches aparece el cartel con la imagen de la calavera y los huesos cruzados, sinónimo de muerte, y en otros, un pasquín en el que solo se lee La Quinta Columna.

Esta expresión se atribuye al general Emilio Mola, al referirse en una locución radiofónica de 1936 al avance de las tropas sublevadas en la Guerra Civil Española hacia Madrid.

Según Wikipedia, el general mencionó que, mientras bajo su mando cuatro columnas se dirigían hacia la capital (una que avanzaba desde Toledo; otra, por la carretera de Extremadura; otra por la Sierra; y la de Sigüenza), había una quinta formada por los simpatizantes del golpe de Estado que, dentro de la capital, trabajaban clandestinamente en pro de la victoria del bando golpista.

Las campañas antivacunas han tenido poca repercusión tanto en Zamora como en el resto del país. De hecho, España es un referente a nivel mundial en vacunación, entre razones, porque "el rechazo a la vacunación es minoritario. 

Aun así, desde la Delegación Territorial de la Junta en Zamora, se cifra en 7.000 los zamoranos que no han recibido ninguna dosis hasta el momento. No todos son negacionistas, por supuesto. El éxodo de trabajadores zamoranos jóvenes a otras provincias explicaría, en parte, las cifras, ya que este colectivo se ha podido vacunar en la comunidad de residencia.

Otra parte se centraría en las personas que han superado el coronavirus y creen que deben esperar más de dos meses para vacunarse cuando, en realidad, pueden hacerlo a los 30 días.

Pasquines antivacunas en los vehículos de Zamora