Un nuevo grafitti aparece en la calle Mesones. Quizá un buen castigo sería hacer limpiar con cubo de agua y jabón, cepillo y rascador a los vándalos que intentan comparar los murales decorativos con una pared en blanco que debiera ser una de su casa. Y no habrá solución hasta que los castigos sean de multa más reposición del daño causado. ¿No le pedimos a los corruptos que paguen y devuelvan el dinero?, pues aquí lo mismo, justicia y castigo ejemplar a los que no respetan y destrozan lo que todos pagamos con nuestros impuestos.
