Varios operarios del Ayuntamiento de Morales del Vino se disponían esta mañana a colocar dos grandes murales con la imagen del Cristo de Morales en la fachada de la Ermita titular del Cristo y en la Iglesia de Morales del Vino, parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. El 2020 será un año en el que los moralinos recordarán que no se llenó la pradera y que las celebraciones fueron en casa.
Este año no habrá procesión, ni jarras, ni casetas en la pradera del Cristo, tampoco rosquillas ni puestos, pero los moralinos celebrarán aunque sea en casa con la tortilla, los pimientos, los filetes "empanaos" y los embutidos y la sangría, el día del Cristo, las vísperas y todo el evento que supone esta festividad que une a Zamora con el alfoz y que lleva a desplazar a miles de zamoranos hasta la ermita del Cristo de Morales y su pradera. 
Tanto desde el Ayuntamiento como desde la parroquia, han colaborado para llevar a cabo esta acción que lleva a los vecinos de la localidad a mantener al menos la ilusión de poderlo celebrar el año que viene con muchas más ganas y sobre todo con la esperada vacuna y ya a ser posible sin mascarillas.
Este año el 2020 será recordado como el año que no se celebró la festividad en la pradera y en la Ermita, pero si en el alma y corazones de todos los moralinos y de miles de zamoranos que rezarán por otro camino, el que espera antes de llegar al desconfinamiento final o la llamada nueva normalidad.
Los actos que durante toda la semana y sobre todo en el novenario del Cristo han sufrido los avatares de esta pandemia que ha dejado sin celebración a decenas de romerías a lo largo y ancho de toda la provincia y de toda España. Morales del Vino y Zamora tendrán que esperar una año para poderse hermanar y ver las largas colas de peregrinos que hasta la pradera del Cristo se desplazan cada año por estas fechas.
