Las colas que se forman en algunas pastelerías de la capital para comprar a última hora el roscón de Reyes forman parte ya de la tradición de estas fiestas navideñas.
Zamora no pierde la costumbre de degustar este típico dulce navideño cuando los más pequeños ya han abierto sus regalos y se sientan más tranquilos a la mesa.
El roscón de Reyes es un regalo más del día y en Zamora son muchas las pastelerías que ofrecen sus propuestas artesanales. Acudir al supermercado y adquirir directamente el roscón ahorra mucho tiempo, pero los zamoranos prefieren esperar colas y degustar uno "más casero".
Ayer por la tarde, ya comenzaron a formarse las colas para no quedarse sin roscón. Fue una tarde muy ajetreada, por ejemplo, para Barquero, en la calle La Feria, donde decenas de personas aguardaron su turno bajo la amenaza de lluvia para comprar esos dulces rellenos de nata o crema elaborados por la que muchos zamoranos consideran la mejor pastelería de la ciudad.
Esta mañana las colas se formaban en otras pastelerías de renombre como Torrehermosa, en San Torcuato; Álvaro Artesanos, en la Avenida Víctor Gallego, o la Confitería Gil, en Tres Cruces.
Una vez en casa, cada hogar lo degusta de una manera: solo, con café con leche o chocolate, según el gusto. Lo principal es comerlo en familia, que los Reyes Magos se hayan portado bien y que el año que viene siga la tradición.
