No se puede evitar mencionar de nuevo su bella apariencia y sobre todo la espectacularidad del fenómeno que suele producirse cuando hace mucho frío aunque ayer no fuera el caso.
El concepto de arcoíris de fuego identifica como un fenómeno óptico, atmosférico, en forma de halo, que se asemeja mucho a un arcoíris convencional, pero se diferencia de este, porque su longitud de desarrollo es relativamente muy corta, además tiene un mayor espesor aunque no siempre y no proviene de la refracción de la luz, sobre gotas de agua, sino que se produce, cuando los rayos de luz inciden es sobre gotas de hielo una capa que debía haber ayer sobre el cielo de Morales.
Su verdadero nombre es circunhorizontal.
Hay quien lo define como un halo, formado por cristales de hielo. Es de un esplendor maravilloso y se proyecta en forma con tendencia hacia la dirección horizontal, aunque no siempre ya que el de ayer era vertical.
Una de sus principales condiciones para que pueda ser observado es que el ambiente debe poseer temperaturas muy bajas, dado que requiere de gotas de hielo para el fenómeno de refracción de la luz se manifieste, cosa que ayer mismo no ocurría, ya que Zamora registró máximas superiores a los 30ºC de ahí que el momento fuera aún más especial.
La apariencia simulaba ayer en el cielo una imagen en forma de flamas de colores o llamas y de allí su relación con el fuego, por lo que se adopta esa denominación de arcoíris de fuego. La nube con que se combina para su formación es las llamadas tipo cirrus, que precisamente, son aquellas compuestas de hielo y que poseen bandas delgadas finas acompañadas de copetes, ayer se veía así en Morales del Vino pero se pudo ver también en varios puntos de la provincia.
Un arco circunhorizontal puede ser confundido con un arco infralateral cuando el Sol está alto en el cielo; el primero está siempre orientado horizontalmente mientras que el segundo está orientado como una sección de un arcoíris, por ejemplo como un arco estirándose por arriba del horizonte.