Los goles del Prone Lugo fueron desdibujando al equipo rojiblanco que comenzó siendo un equipo serio que buscaba sumar tres puntos y que acabó siendo un conjunto desquiciado en el parquet, en el banquillo y en la grada.
El FS Zamora fue un azucarillo en el café del Prone Lugo. Un equipo al principio compacto, serio en defensa, con la línea adelantada que ahogaba a los gallegos y que conseguía generar peligro, no ocasiones, que apenas hubo, pero si peligro. Y la rotación funcionó, y apareció Boris, que estaba casi en blanco esta temporada y fue de lo más destacado del equipo hasta encontrar el gol en semifallo. Antes, la estrategia estuvo a punto de darle una alegría a los zamoranos, pero Javi Saldise no acertó a rematar un balón en boca de gol.
Sólo un tiempo muerto de Prone Lugo paró una primera mitad sin parones y sin faltas, con dos equipos que se tenían mucho respeto y que jugaban sin arriesgar en exceso. Pero el 1-0 de los zamoranos no sirvió para jugar con mayor comodidad sino para que el azucarillo empezara a disolverse. Un error de Pintado permitió que llegara el 1-1.
En la segunda mitad siguieron los errores de los de Eloy Alonso. Primero Sergio y Velasco, después el equipo al completo, hundiéndose poco a poco, con mas prisa que cabeza, hasta el 1-3. Allí llegó el tiempo muerto de Eloy Alonso y el portero jugador y a punto estuvo de llegar el 2-3 en la primera jugada pero ahí se acabó el equipo. Perdió un balón Pintado que supuso el 1-4 y el resto de jugadores siguieron perdiendo balones hasta que le tocara a Pichi ver como su pérdida se convertía en el 1-5 que dejaba muy tocada a una plantilla colista.