Los zamoranos hacen una memorable primera parte pero acaban cayendo ante el ineludible físico y la calidad del filial blaugrana que rompió el encuentro en el minuto 25 e hizo que los zamoranos bajaran los brazos y acabaran encajando una goleada.
Mucho ha cambiado el FS Zamora desde la última vez que lo vio su público aquí frente a Sierra Salinas. Los rojiblancos, que aquella vez vencieron, se mostraron como un equipo timorato, que no convencia a los suyos y que seguía ahogándose en el fondo de la tabla. Sin embargo, los tres puntos fueron un empujón directo a la moral de los de Eloy Alonso que tanto en Murcia como frente al líder dieron un gran espectáculo.
La primera parte se convirtió en un carrusel de ocasiones de los rojiblancos que no consiguieron acabar en gol. Primero fue Pichón quien se quedó mano a mano con Joan Miñano y disparó fuera, justo segundos antes de que un mal despeje de Gómez permitiera a los blaugrana mover el marcador.
Apareció Velasco al rescate de los zamoranos logrando la igualada a los pocos minutos y devolviendo la ilusión a su público, que veía como el león blaugrana era mas manso de lo que se preveía. Mientras el reloj corría de forma inexorable, los zamoranos conseguían llegar con bastante peligro a la portería azulgrana. Tuvo Ofá un disparo que se le escapó por poco y también pudo adelantar a los suyos Lescún en un dos para uno que se fue por poco, sin embargo el más incisivo en los minutos que estuvo en el parquet fue Adri.
Una buena jugada de Javi Cala dejó a Velasco deante del cancerbero azulgrana, pero éste le aguantó muy bien e impidió que se adelantaran los zamoranos que además veían como en una pérdida en salida de balón los visitantes no perdonaban y volvían a adelantarse. Una falta lanzada por Lescún cuando restaba poco más de un minuto acabó en las manos del portero y una última intentona de Velasco, cuando el reloj se quedaba a cero fue muy protestada por el público y los jugadores al entender que había habido mano de un defensa catalán.
Con 1-2, los zamoranos salieron con el mismo brio en la primera mitad, sin embargo la alegría únicamente le duró cinco minutos cuando el equipo dirigido por Andreu Plaza abría brecha con el 1-3 obra de Ferry y acababa con las esperanzas locales. A partir de ahí una sucesión de goles visitantes, algunos de bella factura y una derrota para los zamoranos que se fueron ovacionados por su público.