viernes. 29.03.2024
Visitación Peral, secretaria del Sector de Administración Autonómica de la FSP de UGT
Visitación Peral, secretaria del Sector de Administración Autonómica de la FSP de UGT

Como secretaria del Sector Autonómico de la FSP de UGT tiene un amplio campo de trabajo con los empleados de la Junta de Castilla y León, excluyendo los de Sacyl y Educación.

Personal laboral de la Gerencia de Servicios Sociales con destino en la Residencia de Mayores “Los Tres Árboles” de Zamora, Visitación Peral Delgado "Visi" es afiliada de UGT desde el año 2000 y accedió a su cargo actual en el Congreso Ordinario de noviembre de 2013.

Defiende el trabajo de los empleados públicos durante la pandemia, aunque la ciudadanía no lo perciba así, confirma con su experiencia que no se derivaron ancianos de residencias a los hospitales durante la primera ola y asegura que seguirá su lucha por mejorar las condiciones laborables del operativo de incendios, que trabajan con medios humanos y técnicos de otros siglos.

-La pandemia sigue después de más de año y medio, ¿cómo está afectando a los empleados públicos de la Junta?

-Todos los empleados públicos han trabajado muchísimo, se han volcado al 100%. Yo vengo del sector de Gerencia de Servicios Sociales y en este colectivo, la situación ha sido muy dura, sobre todo, al principio que no contábamos con equipos de protección. Yo estaba en la residencia de los Tres Árboles y los residentes mayores no eran derivados al hospital. Muchos trabajadores están aún muy afectados tras la situación que se vivió en las residencias. Los fijos discontinuos de Medio Ambiente, sobre todo, los de las carrocetas, que iban a desinfectar calles y edificios, y los funcionarios que trabajaban desde casa, se volcaron un 200% durante lo peor de la pandemia.

-¿Entonces estaba prohibido derivar a internos de residencias a los hospitales de Castilla y León?

-Como trabajadora de la residencia de los Tres Árboles (de titularidad autonómica) puedo decir que no se derivó a ningún paciente, aunque fuera necesario. Entre el 10 de abril y primeros de mayo, muchos enfermos hubieran necesitado un ingreso hospitalario, aunque el resultado final fuese el mismo.

-¿Esa situación afectaría mucho a nivel personal?

-Hay trabajadores que están muy afectados psicológicamente por aquello que vivieron. Estábamos dando el 200%, pero moría gente. Allí no teníamos horarios, ni descansos...estábamos todos volcados.

-Sin embargo, la ciudadanía tiene la sensación de que las administraciones se han blindado con la cita previa cuando el resto de los sectores trabaja con cierta "normalidad"?

-Los empleados públicos, aunque no estaban en su puesto, seguían trabajando desde casa. Pusieron sus medios, sus ordenadores, la luz...la Administración siguió funcionando a pesar del coronavirus. Es verdad que hay que pedir cita previa, pero es por motivos de seguridad. Los empleados públicos fueron los que realmente, junto el personal de supermercados y reparto de mercancías, además de los sanitarios, estuvieron al pie del cañón.

-¿Cree que los políticos, en general, han estado a la misma altura que los empleados públicos y resto de trabajadores?

-No. Seguro que han trabajado mucho, no quiere desmerecer su trabajo, porque coordinar y organizar es muy complicado en una situación de alerta sanitaria, pero han estado alejados de la realidad. Pero, es verdad, que al inicio de esta pandemia nadie sabía lo que tenía que hacer: ni el Gobierno central, ni el autonómico ni los propios trabajadores. Íbamos haciendo lo que podíamos o se nos ocurría y, con el esfuerzo de todos, funcionó. Nunca habíamos vivido algo así.

-Casi perdido el año 2021 tras los rebrotes de contagios, ¿qué objetivos se marca desde el sindicato para el año que viene?

-Yo espero que todo esto pase y las aguas vuelvan a su cauce. Nada va a ser igual ya, pero espero que recuperemos la normalidad que nos sea posible. A nivel sindical, estamos a la espera de que salgan todas las ofertas públicas de empleo atrasadas, para cubrir las vacantes, que son muchas. No son vacantes en sí, son puestos interinos.

-Precisamente, la temporalidad es un lastre del mercado español tanto a nivel público como privado...

-En la Junta de Castilla y León hay una tasa de temporalidad muy elevada. Gerencia de Servicios Sociales tiene un grado de interinidad del 50% y en otros sectores llega al 20 o 25%. No entendemos porque no se acaba con ello. Muchas plazas están ocupadas por interinos, es decir, están presupuestadas y tienen su gasto. Lo lógico sería convertirlos en personal fijo. Ahora te sacan una oferta de empleo después de que un trabajador lleve 15 años ocupando el puesto y no tienes la misma capacidad de estudio ni la capacidad de enfrentarte a una oposición como un joven de 20 0 30 años.

-UGT y CCOO se han unido en movilizaciones para reclamar al Gobierno que cumpla sus compromisos sobre la derogación de la reforma laboral y las pensiones. ¿Es un momento oportuno para salir a calle y reclamar?

-El momento oportuno es, pero mientras la pandemia siga entre nosotros va a ser muy difícil avanzar en otros asuntos. Todas las administraciones están volcadas con la COVID.

-Desde su sindicato se ha denunciado la situación de "semiesclavitud" de los forestales, pero las condiciones se mantienen en el operativo año tras año..

-Nosotros solo podemos denunciarlo en los medios de comunicación. A la Consejería de Medio Ambiente de la Junta le interesa más la empresa privada. Hace unos días fuimos a visitar una de las torretas instaladas en la provincia y el trabajador nos dijo que una cámara térmica había detectado un incendio. Se activó un helicóptero, dos carrocetas y una cuadrilla y cuando llegaron, el fuego era una nube de polvo. Estas cámaras con las altas temperaturas saltan cuando quieren, por eso son necesarios más medios humanos. Es inaudito movilizar esos recursos por una nube de polvo. A la Junta no le interesa un operativo público de incendios y están haciendo muy poco por ello. Creo que tener a estos trabajadores en una caseta de obra, sin luz, sin agua, sin accesos es inhumano. Yo siempre pongo el ejemplo de Robledo. Allí, el puesto del lobo está estupendo, lo que me parece maravilloso, pero para acceder a la torreta no se sube ni con jeep. No tienen ni una silla cómoda en la que sentarse durante su jornada de 10 horas, ni aseos, ni una conexión para cargar el móvil o enganchar el ordenador. Lo más que les llega es la radio. Así no se fija población.

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