Zamora ha estado presente este fin de semana en uno de los mayores eventos de fútbol base del noroeste peninsular. Los clubes Amistad 2000 y La Toresana participaron con orgullo y entrega en la V edición de la Copa Ribadumia de Fútbol 8, un torneo que reunió a más de 2.000 personas en el estadio A Senra durante tres días de pura pasión por el deporte.
El torneo arrancó el viernes 20 de junio y pulverizó todos sus registros anteriores: 54 equipos benjamines de toda España, Portugal, Estados Unidos y Dubái llenaron de vida y emoción los cuatro campos habilitados, dos de hierba natural y dos artificiales, con partidos cada 20 minutos en un ritmo maratoniano que no bajó durante las tres jornadas.

Entre los equipos internacionales destacaban el FC Dallas (EE. UU.) y el Fursan Hispania (Dubái), mientras que el cartel nacional contaba con clubes como Athletic Club Skola, Getafe, Rayo Vallecano, Leganés, Celta, Deportivo, SC Braga, FC Porto y un Sevilla FC que debutaba en la cita. Los zamoranos, representados por los equipos dirigidos por José Antonio Peña (Amistad 2000) y Raúl Pirulo (La Toresana), defendieron con garra el escudo de la provincia, conscientes del nivel de exigencia de un torneo que mide a canteras de grandes ciudades y equipos profesionales.

Aunque la ley de la estadística suele jugar a favor de quienes tienen más base de población para seleccionar, los pequeños futbolistas zamoranos supieron competir, aprender y disfrutar, dejando claro que en corazón y entrega no hay diferencias.

El fair play, la camaradería y la experiencia vivida fueron los verdaderos trofeos para unos niños que, además, vivieron momentos únicos como la presentación oficial de equipos del sábado y el homenaje al CD Aller, que cerraba sus categorías base tras 27 años.
La organización del CD Ribadumia, encabezada por Paco Ozores, fue impecable. Con partidos desde las 16:45 hasta bien entrada la noche, más de 700 jugadores y técnicos y alrededor de 1.400 acompañantes, el torneo no solo dejó huella en el césped, sino también en la comarca arousana, que vivió un impulso notable en el sector hotelero y hostelero por la llegada masiva de visitantes.

Zamora puede sentirse orgullosa de su representación. Tanto La Toresana como el Amistad 2000 regresan con la mochila llena de aprendizaje, vivencias y el orgullo de haber competido en uno de los escenarios más exigentes del fútbol base. Porque más allá de los resultados, lo que se construyó en Ribadumia fue fútbol con valores, futuro y mucho corazón zamorano.