Anoche, Venialbo vivió su tradicional torneo de fútbol de fiestas, una cita en la que el balón, las risas y las cervezas comparten protagonismo. El equipo New Team se llevó el triunfo con autoridad frente a los veteranos Embutidos Turista y Bonum, que acusaron el paso del tiempo, las barrigas cerveceras y las cenas previas al partido.
Las gradas, repletas de vecinos y visitantes, disfrutaron de un espectáculo más cercano a la comedia deportiva que a la élite profesional. Y es que las estrellas de antaño, Macario y Peña, dos mitos del balón en la zona, demostraron que la retirada no siempre se elige… a veces el cuerpo la impone. Tras dos carreras, pedían el cambio con la misma urgencia que un delantero pide penalti.
El New Team, frescura y pulmones
Frente a la veteranía con dolores de espalda, el New Team desplegó juventud, piernas rápidas y esa insolencia propia de quien aún no sabe lo que es levantarse con agujetas de tres días. Técnica, estrategia y, sobre todo, forma física: las tres cosas que hicieron que se pasearan ante sus rivales como si jugaran contra conos de entrenamiento.
La magia del “tercer tiempo”
Pero más allá del marcador, lo mejor fue la jornada de amistad y fair play. El tercer tiempo (o lo que en Venialbo se traduce como “ir a tomar algo tras el partido”) volvió a reunir a todos los jugadores. Entre bromas, anécdotas y alguna que otra batallita de “cuando éramos jóvenes”, la noche continuó celebrando las fiestas del pueblo.
El fútbol, dicen, es técnica, estrategia y corazón… pero anoche también fue resistencia a los calambres, velocidad en llegar a la barra y talento para reírse de uno mismo.
