En el tranquilo pueblo zamorano de Fuentesaúco, con poco más de 1500 habitantes, el baloncesto ha ganado un lugar destacado en el corazón de la comunidad. Lo que comenzó como la iniciativa de un pequeño club local ha florecido en una ferviente afición que ha transformado el panorama deportivo de la región.
El Club Baloncesto Fuentesaúco, fundado hace unos pocos años, ha sido el catalizador de este cambio. Durante la temporada 2023/2024, el club ha atraído a alrededor de 40 niños y niñas, quienes participan activamente en la práctica del baloncesto.
"Es increíble cómo la comarca ha respondido", comenta Alberto, entrenador del club. "Aún me cuesta creer que tengamos tantos jóvenes comprometidos con un deporte que, hasta hace poco, apenas se practicaba en Fuentesaúco".
Pero más allá de los logros deportivos, la creación de este club ha tenido un impacto significativo en la vida social de los habitantes. La formación de diversos grupos para todas las edades ha proporcionado a los jóvenes una actividad común que va más allá de lo deportivo.
"Los niños y niñas se sienten parte de una gran familia, sin importar su edad", agrega Alberto. "Y creo que esa es la belleza más grande de todo este proceso: ver cómo el baloncesto ha unido a nuestra comunidad".
Con cada rebote y cada canasta, Fuentesaúco demuestra que el baloncesto no solo es un deporte, sino también una herramienta poderosa para fortalecer los lazos comunitarios y fomentar la unión entre sus habitantes.