Merchán y Alonso no pudieron con sus compatriotas españoles ni con la pareja sudafricana, ganadora de la prueba, en un ajustado sprint y tuvieron que conformarse con una medalla de bronce en un Campeonato del Mundo que amplia el palmarés del zamorano y de su compañero en el k-2.
En menos de un segundo llegaron las cuatro embarcaciones más fuertes al final de una prueba de Maratón en la que ninguno de los favoritos pudo despegar al resto. En un circuito pequeño en el que el porteo cobrara especial importancia, la pareja sudafricana formada por McGregor y Mocke fue la más rápida en un sprint final en el que hizo falta foto finish para decidir quien ganaba la plata que, finalmente recayó en los otros españoles: Bouzán y Fiuza.
La carrera comenzó con un ritmo fuerte y con las embarcaciones buscando agruparse en cabeza para resguardarse de un viento fuerte en el inicio de carrera que fue disminuyendo con el paso de los minutos. Quince embarcaciones fueron las que empezaron la prueba en la pugna por ser los mejores, y de entre ellas Merchán y Alonso siempre entre los tres o cuatro primeros, controlando cualquier intento de escapada.
El ritmo fuerte que impusieron los favoritos rápidamente redujo más el grupo, dejando en ocho las embarcaciones que se jugarían las medallas en los siguientes porteos. El susto de la tarde vino cuando en el segundo porteo se quedaban descolgados Merchán y Alonso por un problema con el timón, lo que aprovechaban sus máximos rivales para endurecer la prueba e intentar descolgar a los piragüistas que defendían título.
Los zamoranos tuvieron que hacer un sobreesfuerzo para llegar, pero enlazaron con el quinteto de cabeza en el que sufría la pareja argentina para no perder comba. La llegada de Merchán y Alonso sirvió para que el ritmo volviera a bajar y el grupo de cinco se hiciera de siete durante unos minutos, hasta que nu nuevo porteo dejó a los cinco favoritos en cabeza.
Las vueltas pasaron con mucho control por parte de las dos embaracaciones españolas, las dos sudafricanas y los húngaros, que iban más justos que el resto y se quedaban a cola del grupo. Algunos ataques con la cercanía del porteo eran rápidamente respondidos por Merchán y Alonso o por Fiuza y Bouzán, que impedían que nadie se marchara.
En la penúltima vuelta, la segunda pareja sudafricana se quedó vacia y perdieron contacto con las cuatro embarcaciones que se jugarían las medallas. El último porteo dejó a la pareja húngara distanciada, sin posibilidades de entrar en el sprint en el que McGregor y Mocke no dieron opción a sus rivales que tuvieron que luchar a brazo partido por la plata que recayó para la pareja de Bouzán y Fiuza.
Con este bronce, Emilio Merchán suma ya ocho perseas en Campeonatos del Mundo de Maratón: cinco oros, una plata y dos bronces; un palmarés envidiable al que hay que sumar tres oros y una plata en el Campeonato de Europa; las tres medallas conseguidas en pista, un diploma olímpico y la Medalla de oro al Mérito Deportivo que recibirá este año y que sumará a la de bronce conseguida hace cuatro años.