Una nueva temporada en la que el CB Zamora se dejó todo sobre la cancha y en la que los obstáculos fueron apareciendo prácticamente desde la primera jornada. Dese un primer momento el objetivo para el club zamorano era pelear y entrar en play off de ascenso, pero con el inicio las cosas parecían cambiar. Las lesiones dejaron a un buen equipo muy lastrado, con una rotación escasa y que no conseguía encontrar el juego.
Las primeras cinco jornadas el conjunto que dirige Saulo Hernández encajó cinco derrotas, lo que le mandaban a la última posición de la clasificación, siendo el único equipo en no haber ganado. Fue a la sexta cuando el equipo respiró con la victoria ante Melilla en el Ángel Nieto.
Dos jornadas después, el Zamora Enamora sumaría tres victorias consecutivas frente a CB Morón (63-84); La Roda (73-62) y Baskonia (63-88).
Los refuerzos invernales y la mayor estabilidad en el rooster permitieron al CB Zamora ir creciendo poco a poco, tanto en sensaciones como en el juego que desarrollaban sobre la cancha. Tras las dos derrotas frente al CB Tormes y Clavijo, parecía que el equipo no sería capaz de poner distancia con el descenso, pero cuatro victorias en los cinco siguientes partidos dieron alas a la plantilla.
Llegaba un punto crítico para el conjunto azulón, dos viajes consecutivos a los destinos más lejanos -Melilla y Algeciras- seguidos de la visita al Ángel Nieto de un rival directo como CB Morón. Los de Saulo Hernández completaron tres de tres con victoria, 51-68 frente a Melilla; 79-84 frente Algeciras y la guinda con el triunfo en el Ángel Nieto 87-73 frente a Morón.
El último tramo se presentaba con opciones para el CB Zamora de subir al cuarto puesto gracias a dos triunfos agónicos ante Baskonia (95-93) y CB Tormes (70-80). A un solo partido de Algeciras y Navarra la ilusión era máxima pero las dos derrotas en las dos últimas jornadas dejaron al CB Zamora en séptimo lugar, cumpliendo eso sí, con el objetivo de jugar play off.
Tras una fase liguera que fue de menos a más, los octavos de final aterrizaban en el Ángel Nieto junto a Benicarló, tercer clasificado del grupo este. El empate a 66 en la ida dio alas a los de Saulo Hernández, que se vieron por debajo en el partido de ida. La sorpresa llego en la vuelta, donde el CB Zamora cuajó un partido magistral para pasar a cuartos tras imponerse 75-81.
El reto ya era mayúsculo en cuartos de final, eliminatoria en la que los zamoranos tuvieron la mala fortuna de cruzarse con el subcampeón de la LEB Plata, el CB Prat, que llegaba tras perder la eliminatoria de ascenso directo frente a Tizona. El 68-84 de la ida dejó las cosas muy complicadas a un CB Zamora que se encomendaba a la épica para remontar.
El trabajo del CB Zamora estuvo a punto de dar sus frutos, pero, aunque no pudieron superar la diferencia, cerraron la temporada con victoria en casa de un equipo que, a posteriori, conseguiría el ascenso a LEB Oro.
