El conjunto de Saulo Hernández peleó hasta mediado el último cuarto cuando los jugadores del CB Tarragona consiguieron irse por encima de los diez puntos y la diferencia ya fue insalvable para unos zamoranos que lo siguieron intentando pero que acabaron fundidos sobre la cancha y cayeron 82-69.
El equipo zamorano mantuvo intacto su sueño hasta el final, hasta que Tarragona les hizo despertar con una gran bofetada que le simpedía luchar por el ascenso, igual que despertó el público local, el de Morón, que también dijo adiós al posible ascenso.
Los zamoranos pelearon durante todo el encuentro, y ninguno de los dos equipos consiguió romper el partido hasta el último cuarto, aunque los tarraconenses salieron en tromba y marcaron un parcial de 10-2 de inicio que supieron frenar los azules.
Los zamoranos consiguieron ponerse por delante en el segundo periodo, tras una gran trabajo intentando no descolgar ante un Tarragona que tenía claro que había que romper el partido. Al descanso se llegó con ventaja de cuatro puntos de los zamoranos, que se habían repuesto del primer golpe y querían seguir soñando.
La segunda mitad devolvió a los zamoranos a la realidad de ir por detrás en el marcador, pugnando por no descolgarse ante un nuevo ataque de pundonor de unos tarraconenses que empezaban a tener problemas de faltas pero que seguían mandando.
No se amilanó el equipo de Saulo Hernández que volvió a responder y llegó un punto abajo al último periodo, como lo hiciera la semana anterior ante Plá, con garantías de poder matar en los últimos diez minutos, y aunque quisieron volver a ponerse por delante, fueron los catalanes los que estuvieron mas inspirados en los primeros momentos y consiguieron abrir una brecha cercana a los 10 puntos, lo que fue un golpe muy duro para un CB Zamora que llegaba, como todos los equipos, con las fuerzas justas.
Finalmente, la ventaja llegó a irse hasta los 14 puntos y ahí, mentalmente el equipo se vio fuera del sueño del ascenso e intentó pelear con corazón en los últimos minutos del partido pero no consiguió enjugar la diferencia.
