Ignacio Sardá es desde ayer hijo adoptivo de Zamora, 12 años después de que el Ayuntamiento de la ciudad aprobara esta concesión.
El sencillo acto se desarrolló anoche desde y dio comienzo con la colocación de una corona de flores en la estatua dedicada a la figura del poeta a las puertas de la Biblioteca Pública.
Tras ello, sobre las 20:00, se ha desarrollado el acto central en el interior del Teatro Principal amenizado también por música tradicional. Allí su viuda, Amparo Pascual, recogió entre los aplausos la distinción en honor a Ignacio Sardá de manos del alcalde de Zamora, Francisco Guarido.
A continuación ha intervenido el historiador Miguel Ángel Mateos, amigo personal de Sardá, quien ha relatado grandes momentos de su vida y obra