Los nervios de quienes han bailado toda la vida pero se volvían a estrenar en las tablas del Ramos Carrión, la emoción de un público entregado a una gala irrepetible y la música en las horas previas a Santa Cecilia. Doña Urraca clausuró el sesenta aniversario acompañado de muchas de las personas que han formado parte del grupo.
El folklore se lleva en la sangre, en los genes de los que han conocido el baile tradicional en sus pueblos o mamándolo en la escuela de folklore desde pequeños. Doña Urraca se lleva en el corazón si has formado parte de esa familia, si has crecido con Rosa o ahora con Miguel Ángel. Por eso, para el grupo ha sido "fácil" reunir a tantos amigos para una gala de fin de celebración del sesenta cumpleaños.
Sesenta años bailando, cantanto, disfrutando y divirtiendo. Sesenta años creciendo y exportando Zamora y sus bailes. Toda una vida que se pudo ver en las distintas generaciones de zamoranos que vistieron con sus mejores galas y brindaron por que Doña Urraca siga cumpliendo con tan buena salud y tanto reconocimiento y cariño de su provincia y de los lugares a los que acercan un pedazo de Zamora.