Un paquete de experiencias “fundamental” para disfrutar de la naturaleza en Zamora: desde rutas en bicicleta hasta observación de libélulas

Las libélulas pueden encontrarse en las orillas del Duero, el bosque de Valorio o el río Valderaduey

Combinar el deporte con el turismo es una idea que cada vez crece más así hay seis rutas en bicicleta para disfrutar de la ciudad 

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“Tenemos una oferta en la que incidir para que la gente se quede más tiempo en la provincia”, así anunciaba Christoph Strieder las numerosas propuestas para disfrutar de Zamora capital. 

Un patrimonio natural en el que hay que incidir y un paquete de experiencias del turismo de naturaleza “fundamental”. Desde rutas en bicicleta hasta la observación de mariposas y libélulas en la capital. 

Disfrutar de la vegetación es un privilegio que no tienen muchas otras ciudades. Cada primavera, a las orillas del Duero, emergen libélulas que con sus colores, delicadeza y movimientos en el aire llaman la atención de todos. En la ciudad de Zamora se ha registrado la presencia de 14 especies, siendo ocho caballitos y seis libélulas, lo que supone un 18% de las 80 especies registradas en España. 

Para observar a otros insectos, el consistorio recomienda las orillas del Duero, el bosque de Valorio o el río Valderaduey.

Otra propuesta es la observación de mariposas. La ciudad de Zamora, su entorno y su provincia constituyen un espacio con poblaciones aún abundantes de una importante variedad de mariposas. Otro atractivo más que suma a los muchos valores naturales y culturales que atesora la provincia.

De hecho, en la ciudad se ha notificado la presencia de 67 especies de mariposas diurnas: 8 hespéridos, 16 licénidos, 25 ninfálidos, 3 papiliónidos y 15 piéridos. Esto supone el 28,87% de las especies encontradas en la Península Ibérica y el 34,71% de las de Castilla y León. Las familias con mayor proporción de especies representadas son los piéridos y los papiliónidos, con el 62,5% y el 50%, respectivamente de las ibéricas.

Entre las áreas de interés para observar a las mariposas se encuentra el bosque de Valorio, las Riberas del Duero, el casco urbano, el barrio de Carrascal y el cordel de Matarranas-vértice Tres Rayas.

También combinar el deporte con el turismo es una idea que cada vez crece más, de esta forma, el ayuntamiento invita al turista a disfrutar de seis rutas en bicicleta:

1. Bike birding: Esta preciosa ruta tiene un enorme interés paisajístico y ornitológico y cuenta con paneles informativos y zonas de descanso. Ofrece vistas inigualables entre el cauce, las islas y las arboledas de chopos, fresnos y alisos. El regreso discurre por pista junto al río, el tramo final por una tranquila carretera entre huertas y arboledas de frutales donde las cigüeñas se alimentan mientras las rapaces observan.

2. De aceñas en aceñas: Esta ruta familiar baja hasta la orilla del río Duero. Cruzando el río por el Puente de Hierro, empezaremos con las aceñas de Pinilla y las de Cabañales. Volviendo por el Puente de Los Poetas, otro emblema de la cuidad, llegaremos a las aceñas de Gijón y de Los Pisones. Acabaremos con las de Olivares, rigurosamente restauradas en 2008 y donde se ubica el Centro de Interpretación de las Industrias Tradicionales del Agua. Las aceñas son protagonistas del paisaje fluvial de Zamora, que posee uno de los conjuntos de aceñas más antiguos de España. Estos molinos de origen medieval constituyeron la primera industria de la ciudad.

3. Carrascal imprescindible: Es un recorrido ideal para observar y fotografiar aves silvestres y otras especies de fauna descritas en paneles interpretativos. El camino a Carrascal, tan cerca y con tanto que ver, pasa por dos de los ocho yacimientos arqueológicos de la zona. Desde los miradores naturales podéis disfrutar de los primeros arribanzos del Duero y del intenso aroma de las plantas. Entre encinas y huertas se baja hasta la fresca orilla del río.

4. Por la Vía de la Plata: Es una ruta de carácter cultural. Destacan el convento de las Dueñas con sus "dulces tentaciones", iglesias de Patrimonio Cultural y la ermita popular de Morales. De regreso, por la Vía de la Plata , se llega al Brocal de las Promesas, punto de encuentro con la Vía Mirandesa y la Vía de la Dalmacia. Y para el final, las inmejorables vistas de Zamora desde la playa de Los Pelambres.

5. Romeros y golfistas: Zamora se vuelve romera cuando llega la primavera. Reverdecen los campos y, un año más, la promesa de una tierra fértil se extiende por la provincia zamorana. Esta ruta sale de Zamora, cuna del Románico y declarada conjunto histórico-artístico desde 1973. Siguiendo la señalización del Camino de Santiago Portugués, atravesamos el precioso bosque de Valorio para llegar a la Ermita del Cristo de Valderrey. La vuelta transcurre por el Camino del Monte y los barrios de San Isidro y el Espíritu Santo, también famosos por sus romerías.

6. Tesoro ornitológico: La ruta combina una gran riqueza de aves y de fauna local con un paisaje, variopinto y atractivo, salpicado de vestigios de la cultura del regadío. Pedalea entre aceñas y puentes centenarios, escucha la rica avifauna de sus bosques y contempla el abrazo que el Duero al Valderaduey le da.

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