El Teatro Latorre se rendía al placer de disfrutar de una versión esplendida de la vida de Frida Kahlo de manos de una coreografía magistral de José Luis Donalson y una interpretación impecable de Bárbara Végmed junto a Pablo Lorenzo.
Bárbara hizo de la Kahlo su hermana, madre y o amiga, interpretando a una mujer atormentada por el amor de Diego y que plasmó en sus pinturas su retrato de mil formas diferentes cargadas de color y ánimos variados pero siempre cargados de emociones y pasiones.
La vida de esta artista nacida 6 de julio de 1907, en Coyoacán, Ciudad de México, fue autora de 150 obras, principalmente autorretratos, en los que proyectó sus dificultades por sobrevivir. Más de 32 operaciones frustraron sus deseos de moverse como lo hizo una imponente Bárbara Vega la pasada noche en las tablas del Latorre.
Una vida de tormentos, de amores, de pintura en la cama, tras su accidente que la tuvo postrada durante años y con muchísimos problemas de movilidad. El amor de su vida, su marido con el que estuvo casada 10 años marcó una historia de matrimonios y crisis, de espacios vacíos, de autobiografía plasmada en sus lienzos.
La noche del Latorre se llenó de arte y fueron los artistas de Todoart13 que es una compañía de teatro y danza que desde 2003 mantiene un incensante y largo camino ahora mucho más cerca desde Sayago, desde Muga. Esta compañía, creadora del Festival Interculturalidad Canarias-México 2006/11, ha presentado sus producciones en Madrid, México, Los Ángeles, Nueva York, Londres, Southampton, Bristol, Ecuador, y un largo etcétera. Gira julio 2022 Quito, Centro Arte Contemporáneo y Nueva York, Bronx Music Heritage Center. Creaciones: Retazos y Movimientos, A propósito de Bernarda Alba, Frida Kahlo, ¿Solo yo culpable?, Deus Ex Machina, La más fuerte....
Un verdadero placer dejar que la imaginación se pierda en las manos y en el cuerpo de una Frida interpretada magistralmente por Bárbara Végmed, un ángel en las tablas de un Latorre que ayer quedó tendido ante un verdadero espectáculo escénico cargado de sentimientos y placer plástico.
La danza estuvo de enhorabuena en el teatro, una noche más en el Latorre, el teatro de la ciudad de un Toro Infinito que se rindió a los pies de una pareja que puso todo en las tablas y que se sintió en las butacas.
