Fermoselle ha sido elegido por la inteligencia artificial como el pueblo más bonito de la provincia de Zamora. Este atractivo municipio se encuentra en la comarca de Sayago, rodeado por los ríos Duero y Tormes. Su impresionante paisaje escarpado y sus característicos arribes ofrecen vistas espectaculares que atraen a visitantes. Además, la arquitectura del pueblo, con sus casas de piedra y calles empinadas, refleja un rico patrimonio cultural que se ha mantenido a lo largo del tiempo.
Uno de los principales atractivos de Fermoselle es su patrimonio histórico y artístico. La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que combina estilos gótico y románico, y las varias ermitas de la localidad son testigos del pasado religioso del pueblo. También destaca el castillo de Doña Urraca, que aunque está en ruinas, representa la historia medieval de la villa. Este conjunto histórico ha sido declarado bien de interés cultural y atrae a muchos visitantes que desean explorar su riqueza arquitectónica.
La gastronomía es otro punto fuerte de Fermoselle. La localidad es conocida por su vino, especialmente el de la Denominación de Origen Arribes. Las bodegas subterráneas son un rasgo distintivo del pueblo, donde los visitantes pueden degustar y aprender sobre la producción vinícola de la zona. La combinación de sabores autóctonos y el entorno pintoresco hacen que la experiencia gastronómica sea memorable para quienes visitan Fermoselle.
Las festividades en Fermoselle también son una parte importante de su cultura. La celebración en honor a San Agustín incluye encierros de toros y eventos en las plazas, que congregan a los habitantes y visitantes en un ambiente festivo. Durante estas festividades, las peñas locales animan las calles y las bodegas, lo que crea un ambiente alegre y vibrante. Estas tradiciones entre los vecinos, ayudan a preservar la identidad cultural de Fermoselle.
Por último, el entorno natural de Fermoselle es un atractivo que complementa su belleza. El Parque Natural de Arribes del Duero, declarado reserva de la biosfera por la UNESCO, ofrece rutas de senderismo que permiten explorar la flora y fauna de la zona. Los miradores, como el Mirador del Torojón, brindan vistas espectaculares del paisaje arribeño.
