Fallece el pianista y concertista zamorano Carlos Calamita

photo_camera Dibujo del pianista Carlos Calamita de su amigo, Antonio Pedrero, del año 1958

El músico será enterrado mañana en Trefacio de Sanabria, localidad a la que estaba fuertemente vinculado y donde la familia posee una casa donde pasaban los veranos.

En la jornada de ayer fallecía en Alicante a los 77 años el pianista y concertista zamorano Carlos Calamita, profesor de la Cátedra de Piano en el Conservatorio de Sevilla y uno de los músicos más destacados que ha dado la tierra zamorana. Carlos Calamita será enterrado mañana en Trefacio de Sanabria, en cuya iglesia parroquial tendrá lugar un responso a las 19.30 horas.

Carlos Calamita inició sus estudios en el Conservatorio de Salamanca para continuarlos en Madrid como discípulo de José Cubiles, obteniendo el Primer Premio de Fin de Carrera y el Primer Premio de Virtuosismo.

Posteriormente amplió estudios en el extranjero con Karl Seemann en Freilburg y con Friedich Wührer, en Munich, para ofrecer muy joven una gira de conciertos por el país alemán y por España.

Poseedor de una extraordinaria técnica y un exquisito gusto interpretativo, el zamorano ha sido hasta su jubilación profesor de la Cátedra de Piano del Conservatorio de Sevilla, ciudad donde residía, aunque nunca perdió su vinculación con Zamora, su querida Sanabria y los amigos de toda la vida.

Encantador en el trato, clásico en su formación y bohemio en la vida, vivió bajo la bandera de la libertad y ha sido amigo de sus amigos hasta el último día. Eran apenas unos jóvenes adolescentes y los pintores Alberto de la Torre y Antonio Pedrero encontraban hospedaje en la casa de Trefacio de Sanabria de la familia Calamita, donde Carlos llevaba un teclado de madera para no perder la digitación, riguroso hasta el extremo con su formación, mientras sus amigos pintaban al aire libre.

En aquella casa se daban cita además músicos y amigos como Lita Luis Calvo, poseedora de una bella y potente voz de soprano, su hermana Tati y varios compañeros de estudios musicales del fallecido, que convertían la casa en un pequeño centro cultural durante los meses de verano.

El pianista y compositor fallecía ayer a los 77 años de edad en Alicante, ciudad a la que se trasladó en los últimos años a causa de una enfermedad. Allí, en esa localidad sanabresa íntimamente vinculada a la vida del músico y donde está enterrada su madre, recibirá sepultura mañana tras un responso en la iglesia parroquial a las 19.30 horas. Descanse en paz.

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