El Cascanueces abarrota una vez más el Teatro Ramos Carrión

Una vez más y como ya lo hiciera el Teatro Ramos Carrión el pasado año, el tradicional Cascanueces representado por el Ballet de San Petesburgo y acompañados por los niños de la Escuela de Danza Ballet School Ciudad de Zamora estuvieron presentes en la tarde del miércoles con un lleno absoluto

Las evoluciones de los bailarines y de los pequeños zamoranos hicieron la delicias de un público entregado y que sigue mostrando devoción por la danza en la ciudad de Zamora. Pasado mañana será el Lago de los Cisnes quien tome protagonismo de nuevo con la danza en el Ramos Carrión y el 1 de febrero será el turno dela Bella Durmiente.

Esta tarde el Ramos Carrión volvió a mostrar el no hay billetes para ver la representación de esta obra clásica dividida en dos actos.

A principios del siglo XIX, en una antigua ciudad alemana, durante la Nochebuena la gente se prepara para la fiesta. Al salón de la casa de los Stalbaum están llegando los invitados, entre ellos el mago e inventor de juguetes Drosselmeyer, que tiene preparadas muchas sorpresas para los niños. Les enseña juguetes con motor de cuerda: Arlequín, Colombina, Moro...Pero a Masha lo que más le ha gustado es el juguete que rompe nueces - El Cascanueces. Cuando se acaba el baile y se apagan las luces, Masha viene a ver al Cascanueces, le abraza y se duerme.

En su sueño los ratones llenan la habitación guiados por su Rey. El valiente Cascanueces llama a los soldaditos a la guerra contra ellos. Pero las fuerzas de los ratones son superiores. Cuando todo parece perdido, Masha, superando el miedo, golpea al Rey y así salva al Cascanueces, quien termina derrotando al Rey de los Ratones. Drosselmeyer convierte al Cascanueces en un bello Príncipe.

Desaparecen las paredes de la casa y nos encontramos en un extenso territorio de nieve. El Cascanueces-Príncipe invita a Masha al mágico palacio de sus sueños.

II Acto
Masha y el Príncipe navegan por el Reino Mágico. Se encuentran con angelitos, flores y muñecos. Al final, en las manos de Drosselmeyer de nuevo está el Cascanueces - muñeco. ¡No puede ser que todo fuera solamente un sueño!...

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Fotos: Fco Colmenero

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