El duelo entre Rafa y Orestes, entre Sevilla y Burgos, se acrecienta. O bien podríamos decir entre Zamora y Burgos dada la descendencia y férrea defensa a ultranza que Rafa demuestra casi semana tras semana a golpe de reivindicación de la que es la tierra de su padre. Con la camiseta de La Culebra no se Calla o en sus tantas y tantas reivindicaciones por la España Vaciada, el concursante de Pasapalabra se ha ganado el cariño de la que considera su tierra y que le apoya en cada aparición en la pequeña pantalla.
Y es que Rafa ha entrado en el selecto club al convertirse en uno de los dos aspirantes a hacerse con el mayor bote de la historia del concurso de Pasapalabra. Ni más ni menos que 2,19 millones de euros que vienen a superar el anterior récord logrado en 2006. Un bote ya aseguró utilizaría para "tumbarse a leer, a aprender idiomas o estudiar carreras" sin la preocupación de la economía familiar, una presión que, aseguraba, "reduce mucho tus posibilidades de infarto y enfermedades del corazón" porque él, en esa situación, "viviría muy tranquilo".
Rafael Castaño tiene claro que el bote no le apartaría de su sed de conocimiento, una sed que le ha permitido poner a Zamora en la constante cuerda de la actualidad.
