viernes. 29.03.2024
observación berrea
observación berrea

Las protestas y la preocupación siguen siendo la tónica dominante entre las empresas que se dedican al turismo ordenado de la Berrea y de los fenómenos naturales en la zona. 

Todos los implicados en esta cruzada contra la masificación, la desorganización y molestia a los animales tienen claro que proteger el entorno es lo más importante y no molestar a los animales lo primordial. Además la reserva natural de caza que se enclava en la zona sigue teniendo una actividad controlada, pero no olviden que se caza en la zona, algo que puede llevar a un accidente en el que alguien pueda sufrir un disparo y o tener un serio incidente con armas, venados, cazadores y público en observación una caldera que se puede presurizar en estos días.

La berrea es todo un espectáculo, pero también lo es la masificación de su observación. Los parabienes de la JCYL a las empresas del sector de la observación reglada nada tienen que ver con la publicidad que se le da a la zona apuntando los lugares de observación al libre albedrío donde se puede colapsar tanto zonas como apostaderos, dando a los animales una excusa perfecta para cambiar sus hábitos debido sobre todo a la masificación y a la no prohibición de invadir un entorno natural que es la joya de la Culebra.

Las publicaciones tanto de la JCYL como de las oficinas de turismo de la zona han creado un malestar general entre los profesionales de la observación reglada que ven como los visitantes descuidan totalmente el silencio, el cuidado y el no irrumpir en zonas que deberían tener un PROHIBIDO EL PASO según los expertos.

Como puede verse en la instantánea los apostaderos son un verdadero hervidero de telescopios, prismáticos y cámaras. No solo en este que puede recorrerse en coche o en todo terreno, sino muchos más que están más escondidos y en el interior del bosque donde no se respetan ni caminos ni apostaderos y en muchos casos se irrumpe incluso en zonas de "pelea" de los ciervos.

La polémica está servida, parabienes de la JCYL contra las protestas del sector, también la irresponsabilidad de muchos observadores que quizá debieran estar controlados por las empresas del sector o con un registro de las personas que se acercan a las zonas de observación.

La Berrea en la Culebra de moda, pero denuncian que masificada y sin orden ni concierto