Este año marca el quincuagésimo aniversario de la Revolución de los Claveles en Portugal, un hito que cambió el rumbo del país y resonó en todo el mundo. Sin embargo, las celebraciones se ven matizadas por un nuevo gobierno conservador que surgió de las elecciones del 10 de marzo, liderado por Luís Montenegro, quien reemplazó al anterior primer ministro socialista, António Costa.
La transición de poder se produjo después de que Costa renunciara el pasado mes de noviembre en medio de acusaciones de corrupción relacionadas con un escándalo de litio, aunque hasta la fecha no ha sido imputado. Esta situación ha generado un debate público sobre la legitimidad de las acusaciones y ha suscitado llamados a una disculpa pública hacia Costa.
La desconfianza hacia la política es palpable en Portugal, con más del 60% de los ciudadanos expresando su falta de confianza en el sistema. La corrupción y la falta de transparencia han alimentado este escepticismo y han sido aprovechadas por partidos de ultraderecha como Chega, liderado por André Ventura, que cuadruplicó su base de votantes en las últimas elecciones para convertirse en la tercera fuerza política del país.
En un contexto más amplio, la polarización y el surgimiento del populismo no son exclusivos de Portugal. En la Universidad de Relaciones Internacionales de Lisboa, se analiza esta tendencia en el contexto de las democracias europeas. Para muchos jóvenes, esto representa una amenaza para los valores fundamentales de la Revolución del 25 de abril, aunque algunos, como Joao Sequeria, estudiante de Relaciones Internacionales, permanecen comprometidos a pesar de los desafíos sociales y económicos.
La crisis de vivienda y los bajos salarios son problemas persistentes en Portugal, donde el costo de vida sigue siendo elevado. Aunque se celebra el legado de la Revolución de los Claveles con manifestaciones por mejoras salariales y de vida, los ciudadanos más ancianos insisten en la importancia de recordar a las nuevas generaciones la fragilidad de la democracia y la necesidad de protegerla.
Medio siglo después de aquel histórico levantamiento que derrocó pacíficamente la dictadura de Salazar, el recuerdo de la lucha por la libertad sigue vivo en Portugal. Las imágenes icónicas de la Revolución de los Claveles, capturadas por fotógrafos como Alfredo Cunha, son un recordatorio de la esperanza y el deseo de libertad que inspiraron a toda una nación.