Sayago se ha vestido de gala como manda la tradición en este primer domingo de junio en las localidades de Badilla, Argañín, Cozcurrita, Mámoles, Fariza, Palazuelo, Tudera, y Zafara. Vecinos y visitantes llegados de todos los pueblos de la comarca se han acercado a Fariza en el día de hoy aunque ayer ya se vio ambiente en la zona. La ermita de la Virgen del Castillo situada a poco más de tres kilómetros de Fariza es el sitio elegido para mantener otra tradición viva de la provincia de Zamora y como todos los años miles de romeros se han dado cita en un día espléndido de sol. La romería goza de la declaración de Interés Turístico Regional de la Junta de Castilla y León.
Los vecinos del otro lado de la raya también han cruzado para ver a una de las Señoras de la Raya, decenas de portugueses se unen para acompañar a la señora de los arribes, la de los pendones. Entre tomillo, romero, lavanda, flores, dulzainas y tambores la Virgen del Castillo celebra su día grande.
Según marca la tradición por la mañana la Virgen sale al encuentro en procesión para recibir a los pendones de los pueblos cercanos, los mozos portan los pendones o viriatos de las localidades cercanas y la saludan y acompañan a la entrada del pueblo. Una de las más entrañables romerías de la provincia tiene lugar en Fariza, los cientos de fieles de todos los pueblos que engloban el municipio acompañan a la Virgen del Castillo en su gran día.
Tras el ritual del saludo, todos los pendones, también los que portan los más pequeños emulando a sus mayores se reagrupan y se acercan a la Iglesia mientras la misa de las 13:00 horas se celebra en la Iglesia de Fariza congregando a los fieles de los siete pueblos representados. Ya por la tarde a partir de las 17:00 horas los pendones anuncian la procesión de la Virgen hasta la Ermita de la Virgen del Castillo, allí la merienda espera y la vuelta al templo de salida. Este año el viento reinante ha dado mucho que hacer a los portadores de los pendones o viriatos. Las rachas de viento han tumbado en varias ocasiones los pendones, que aunque son sostenidos por fornidos y experimentados mozos en algunos momentos han sido vencidos por el viento.
Miles de romeros han acompañado a la Virgen y a los pendones que representan a los ocho pueblos de la pedanía hasta la ermita del la Virgen del Castillo, y tras el rezo de la Salve y un oficio religioso, los romeros han vuelto a sus lugares de origen, una tarde y un dìa perfecto para continuar con tradiciones centenarias en la comarca sayaguesa.
Sayago existe permanece en el tiempo, aguanta y sigue adelante aún contra viento y marea. Contra la despoblación y contra los elementos. Los que en estos días mantienen cordeles y pendones en homenaje a los que ya no están, portan orgullosos los pendones, ellos son los que ayudan a mantener viva la memoria de sus antepasados.
Fotos: Fco Colmenero
