El encierro arrancó a las 11:00 horas desde “El Prao” de Valle Las Huertas, recorriendo las calles del municipio hasta llegar a la Plaza Mayor, que luce estos días su tradicional coso de madera. Caballistas, mozos y astados compartieron protagonismo en un recorrido que se desarrolló sin incidencias reseñables, marcado por la nobleza de los cabestros y el comportamiento de los toros, que permitieron a los asistentes disfrutar de una mañana vibrante.
Recuperando la historia
El encierro mixto se recuperó el año pasado como parte del programa de San Agustín y en apenas dos ediciones se ha consolidado como uno de los actos más multitudinarios de las fiestas. Numeroso público procedente de toda la provincia, de provincias limítrofes e incluso de la vecina Portugal, se ha dado cita en Fermoselle para no perderse esta cita que combina la destreza de los caballistas con la emoción de los corredores a pie.
Vaquillas y diversión en la plaza
Tras la llegada de los astados a la Plaza Mayor, dio comienzo la tradicional suelta de vaquillas, que aportó los momentos más divertidos de la jornada. Los mozos y mozas más atrevidos se lanzaron al ruedo en busca de la emoción, y no faltaron los revolcones que arrancaron los aplausos y las carcajadas del público.
Fiesta y tradición
Con este encierro, Fermoselle vuelve a demostrar la fuerza de sus tradiciones, manteniendo vivo un festejo que forma parte de su identidad y que, al mismo tiempo, refuerza la proyección turística de la villa. El ambiente festivo, el calor del público y la ausencia de incidentes graves han sido la mejor carta de presentación de una mañana que ya queda marcada en el calendario de las fiestas de San Agustín 2025.
