Protesta en una jornada de luto, pero también de peticiones de justicia. La imagen de Paloma e India, madre e hija que fueron asesinadas a manos de su pareja el pasado 23 de diciembre, ha presidido las pancartas de una protesta sentida pero que se ha celebrado con la esperanza de reclamar medidas que permitan identificar a los maltratadores y evitar así que estos casos se sigan repitiendo. También de reclamar justicia por la muerte de dos nuevas víctimas a manos de la violencia machista.
Unas 2.5000 personas han secundado la protesta en la que la hermana de Paloma ha dado lectura a un sentido manifiesto: "En memoria de mi hermana y mi sobrina hay que ayudar a terminar con esta lacra". Asegura que su hermano no tuvo la suerte de conocer de antemano la verdadera identidad de la persona de la que se había enamorado, por lo que solicita la creación de registros públicos para identificar a aquellos que han cometido crímenes o agresiones contra sus parejas o hacia menores.
Todo ello entre el clamor generalizado, los gritos de condena y las peticiones de pena máxima -prisión permanente revisable. para el acusado que permanece encarcelado de manera provisional, comunicada y sin fianza desde el pasado día 26, tres días después del trágico suceso.
El juez tomó la decisión una vez el acusado fue dado de alta en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid en el que permanecía ingresado desde el momento de los hechos a causa de varias lesiones en el costado y en las muñecas que se autoinfligió tras acabar con la vida de su pareja y la niña de ocho años.
Entre las miles de ciudadanos que han secundado la protesta se encontraban numerosos políticos, pero también el padre de Esther López, la joven de Traspinedo desaparecida y que posteriormente apareció sin vida. El caso aún no se ha resuelto.