El Monasterio de Santa Clara de Belorado, situado en Burgos, ha sido escenario de un tenso episodio el pasado 6 de junio de 2024, cuando representantes designados por el Comisario Pontificio de la Santa Sede intentaron establecer diálogo con las monjas residentes en el lugar.
Aproximadamente a las 14 horas, llegaron al monasterio los enviados por el Comisario Pontificio: Sor Carmen Ruiz, secretaria de la Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aránzazu; Don Rodrigo Sáiz, apoderado del Comisario Pontificio; y Don Carlos Azcona, notario del Tribunal Eclesiástico.
Sor Belén y sor Sión recibieron a los visitantes en el torno y el locutorio, respectivamente, donde solicitaron una entrevista con la exabadesa sor Isabel. Sin embargo, sor Isabel comunicó a través de sor Belén que los visitantes, excepto la notario, no eran bienvenidos en el monasterio y deberían abandonarlo, solicitando incluso la presencia de la Guardia Civil en caso de negarse.
La notario, doña María Rosario Garrido, fue invitada a una estancia interior donde entregó los requerimientos pertinentes tanto civiles como canónicos.
Sor Carmen Ruiz y don Carlos Azcona optaron por esperar fuera del monasterio, mientras que Don Rodrigo Sáiz permaneció en el interior hasta la llegada de la patrulla de la Guardia Civil.
Tras identificarse y mostrar la documentación que lo acreditaba como apoderado del Comisario Pontificio, la patrulla indicó que se practicarían diligencias y se entrevistarían con las religiosas. Don Rodrigo abandonó el monasterio por su propia voluntad después de hablar con la Guardia Civil.
