Un total de 21 personas han perdido la vida en las carreteras de Castilla y León, un 30% menos con respecto al mismo periodo del año pasado. Los datos del balance provisional de tráfico durante el verano dejan el número de víctimas mortales más bajo de toda la serie histórica de los últimos diez años.
La delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, ha presentado el balance de siniestralidad en León, la provincia que ha presentado los peores datos. En los meses de julio se produjeron siete siniestros mortales en los que fallecieron siete personas con un total de once fallecidos menos con respecto al séptimo mes del año 2022. Durante 24 días no se produjo ningún siniestro mortal.
En lo que respecta al mes de agosto, se produjeron trece siniestros mortales con un balance de 14 fallecidos. Durante 21 días del mes no hubo que lamentar ningún fallecido, mientras que un día se produjeron tres víctimas mortales y un día en el que hubo que lamentar dos fallecidos en las carreteras.
Uno de cada tres fallecidos perdió la vida en vías convencionales de Castilla y León con un total de 15 fallecidos, nueve menos que el año pasado mientras que en las autovías y autopistas la cifra se mantiene invariable con seis víctimas mortales.