El Sindicato de Enfermería, SATSE, en Castilla y León ha subrayado que más de un centenar de estudios y artículos científicos, tanto nacionales como internacionales, respaldan la necesidad de garantizar una asignación adecuada de pacientes por cada enfermera/o para evitar las complicaciones y riesgos en cualquier proceso asistencial, así como la mortalidad, los reingresos y el incremento del tiempo en las estancias hospitalarias.
SATSE ha denunciado que, mientras la evidencia científica a favor de garantizar una ratio segura de pacientes por cada enfermera es “absolutamente incuestionable”, la ley que haría posible este objetivo en nuestro país lleva bloqueada en el Congreso de los Diputados cerca de 15 meses por la grave negligencia política, incoherencia e insensibilidad de algunos representantes políticos, “si bien la responsabilidad del Gobierno recae en el partido que recae”, apunta.
Asimismo, el Sindicato de Enfermería recalca que la actitud “obstruccionista e irresponsable de estos teóricamente representantes del interés general de la ciudadanía” contradice también lo expresado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en alusión a la pandemia del Covid-19, cuando dijo que “el criterio de la ciencia debe anteponerse a todo por el bien común”.
Entre otros muchos estudios científicos, SATSE recuerda el realizado por los expertos María Schubert, Sean Clarke, Linda Aiken y Sabina de Geest, que concluye que en los hospitales con una ratio de 10 pacientes por enfermera existe un 37 por ciento más de riesgos de fallecimientos, mientras que el publicado por Jaana K. Junttila, Aija Koivu, Lisbeth Fagerström, Kaisa Haatainen y Pirkko Nykänen sostiene también que una elevada ratio de pacientes por enfermera provoca que el riesgo de fallecimiento aumente hasta 13 veces más.
Otro estudio internacional realizando por los investigadores y profesores universitarios Linda Aiken, Douglas Sloane y Luk Bruyneel, entre otros, apunta que aumentar la ratio de pacientes por enfermera conlleva que se incremente en un 7 por ciento la probabilidad de que un paciente hospitalizado fallezca dentro de los primeros 30 días desde su admisión en el centro.
También se han realizado estudios en nuestro país, como el publicado por el catedrático universitario José Miguel Morales Asencio, que concluye también que se produce un aumento de la mortalidad en un 7 por ciento cuando la ratio de pacientes por enfermera es elevada, o el realizado por la Universidad de Sevilla, publicado en la revista Journal of Environmental Research and Public Health, que asegura que por cada paciente que se añade a la carga de trabajo de una enfermera, la mortalidad se incrementa un 19 por ciento.
En la actualidad, en los hospitales de nuestro país la ratio puede alcanzar hasta los 25 y 30 pacientes por enfermera o enfermero cuando el propio Ministerio de Sanidad, en un informe sobre dotaciones de estos profesionales sanitarios en las unidades de hospitalización, alude a unas ratios similares a las que establece la Ley de Seguridad del Paciente promovida por SATSE.
En el caso de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs) de los hospitales, cuando la ratio supera los 2,5 pacientes por cada enfermera, el riesgo de fallecimiento se incrementa en 3,5 veces, según estudios realizados por Kate Bray, Ian Wren, y Andrea Baldwin, o por Antoine Neuraz, Claude Guérin y Cécile Payet, entre otros.
Asimismo, distintos estudios han analizado la situación que se produce en los servicios de Pediatría, caso del realizado por Heather L. Tubbs-Cooley, Jeannie P. Cimiotti, Jeffrey H. Silber, Douglas Sloane y Linda Aiken, que concluye que por cada paciente que aumenta en estos servicios sin incrementar las enfermeras, aumenta la probabilidad de reingreso y una deficiente atención a las familias de los niños y niñas.
SATSE reitera que la literatura científica al respecto es cada vez más amplia y apunta otras conclusiones, como la extraída del estudio publicado por Ruppitsch, Stöger, Braun, Strommenger, Nübel, Wewalka y Allerberger, que determina que una menor ratio de pacientes por enfermera reduce la infección por ‘staphylococcus aureus’, una bacteria muy peligrosa que puede llevar a la muerte.
En el ámbito de las residencias y centros de mayores también se ha constatado una relación directa entre la ratio de residentes por cada enfermera y la aparición de mayores complicaciones, como es el caso del estudio de la experta Leah L. Curtin, que señala que una mayor ratio de pacientes conlleva un mayor número de pacientes diabéticos mal controlados.
“Existe un rotundo clamor científico en favor de garantizar la seguridad asistencial en los hospitales, centros de salud y otros centros sanitarios y sociosanitarios, por lo que no valen más excusas para que nuestro país cuente con una norma que establezca las líneas rojas que nunca se deben sobrepasar para que más de 47 millones de personas reciban la atención y cuidados que se merecen”, concluye el Sindicato de Enfermería.