Castilla y León es el destino preferido, con 339.336 pernoctaciones, un 3,4% menos que en agosto de 2022. Así lo ponen de manifiesto los datos publicados en la Encuesta de ocupación en alojamientos turísticos extrahoteleros (EOAT) que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Se trata del mejor dato por delante de Asturias (289.708), Cataluña (279.676), Baleares (252.3649) y Asturias (194.831). En cambio el mayor grado de ocupación se da en las islas, con el 74,8% de las plazas ofertadas.
En agosto nos visitaron un total de 102.939 viajeros que decidieron pernoctar en alojamientos rurales, un 0,37% menos a nivel interanual frente al mismo periodo de 2022 cuando esta cifra alcanzaba los 103.313. Los residentes nacionales continúan apostando por este tipo de alojamientos al suponer el 87,9% frente a los 12.444 viajeros procedentes de fuera de España que decidieron pernoctar en hoteles o casas rurales.
La EOAT revela además la estancia media en los establecimientos rurales de Castilla y León durante el octavo mes del año fue de 3,3 días, casi cuatro décimas por debajo de la media nacional.
DATOS NACIONALES
Las pernoctaciones en alojamientos turísticos extrahoteleros (apartamentos, campings, alojamientos de turismo rural y albergues) descienden un 1,6% en agosto respecto al mismo mes de 2022. Las de residentes bajan un 2,6% y las de no residentes un 0,3%.
La estancia media es de 4,9 pernoctaciones por viajero. Durante los ocho primeros meses de 2023 las pernoctaciones aumentan un 3,7% respecto al mismo periodo del año anterior. Además, superan en un 3,9% a las de los ocho primeros meses del año 2019.
Las pernoctaciones en alojamientos de turismo rural presentan un descenso anual del 2,0% en agosto. Las de residentes bajan un 4,9%, mientras que la de no residentes crecen un 7,8%. En los alojamientos de turismo rural se ocupan el 42,6% de las plazas, un 4,5% menos que en agosto de 2022. El grado de ocupación en fin de semana se sitúa en el 51,7%, con un descenso anual del 7,0%.