El 70% de las personas que sufren dolor crónico en Castilla y León padece trastornos del sueño

El 70,2% de las personas que padecen dolor crónico en Castilla y León también sufren trastornos del sueño, según se desprende del ‘Barómetro del dolor crónico en Castilla y León’, elaborado por la Fundación Grünenthal y el Observatorio del dolor de la Universidad de Cádiz, con el apoyo de More than Research y de BioInnova Consulting.

El objetivo del estudio ha sido conocer las características epidemiológicas y de atención sanitaria de los adultos que sufren dolor en la comunidad, así como identificar puntos estratégicos de mejora en el abordaje de la enfermedad.

“Tras la presentación del barómetro a nivel nacional, hemos querido ahondar en los datos por comunidades autónomas con el fin de mejorar la calidad de vida de los pacientes, así como educar y sensibilizar a la sociedad sobre el dolor crónico, el cual es una enfermedad y no un síntoma y en el que confluyen factores biológicos, sociales y psicológicos que deben ser tenidos en cuenta”, destaca Ana Esquivias, patrona de la Fundación Grünenthal.

Precisamente, uno de los datos que más han llamado la atención a los responsables del informe, como así lo ha asegurado Esquivias, es el hecho de que más del 70% de los pacientes con dolor crónico de Castilla y León sufra trastornos del sueño, ya que esto aumenta el riesgo de otros problemas sociales y laborales. “Ya no es sólo la parte física o emocional, sino que si no se descansa bien, afecta al rendimiento laboral o no se está bien con la familia o el entorno social”, argumenta.

De hecho, en el último año el 19,2% de los castellanoleoneses con dolor crónico ha necesitado una baja laboral, prolongándose de media unos 4,7 meses. Además, esta necesidad de no poder trabajar, ha llevado a un 13,3% de los afectados a dejar su trabajo y a un 33,3% a cambiar de puesto.

En cuanto a las actividades cotidianas, las personas de Castilla y León aquejadas de un dolor crónico presentan también una importante falta de autonomía para poder llevarlas a cabo; destacando que el 69% de los encuestados tienen dificultades para  levantarse de una silla o de una cama, seguida de sentarse (54,8%) y de vestirse y desvestirse (51,2%).

Dolor lumbar, la causa diagnóstica más frecuente de dolencia crónica

Si se analizan los datos generales aportados en el barómetro, se observa que el 23% de la población que reside en Castilla y León sufre dolor crónico, situándose así como la cuarta región de España con menor prevalencia de dolencias crónicas, frente al 25,9% de media nacional.

Si se analiza por edad y sexo, el barómetro refleja que las personas castellanoleonesas de entre 55 y 75 años son las más afectadas por dolor crónico (30,6%), así como las mujeres (27,8%, frente al 18,4% de los hombres). Este dolor se suele sufrir una media de 9,1 años.

La causa diagnóstica más frecuente de dolencia crónica es el dolor lumbar, manifestado por el 58,3% de los pacientes de Castila y León, aunque el 16,7% no conoce el origen.  Las contracturas musculares (50,6%), el dolor cervical (46,2%) y la artrosis (33%) son también causas habituales de la enfermedad, afectando a más de un tercio de los pacientes.

Asimismo, la localización más frecuente se sitúa en la espalda, con un 38,1% de los pacientes que así lo aseguran, seguida del dolor de extremidades y/o articulaciones (26,2%) y el dolor generalizado (14,3%).

Consultas a las unidades del dolor

Todos estos datos explican que un 40,5% de los afectados hayan tenido que acudir en el último mes a los servicios sanitarios de Castilla y León, especialmente a Atención Primaria donde han pedido cita el 79,4%. Del mismo modo, el 70,6% ha acudido a un servicio especializado, siendo Traumatología el más demandado (55,9%).

En cuanto a las Unidades del Dolor, el trabajo evidencia que es uno de los servicios de atención especializada con mayor peso en la asistencia a los pacientes con dolor crónico de la comunidad, ya que el 29,4% los utiliza durante una media de 8,1 meses, aunque tardan unos 10,5 meses en poder acceder a ellas.

“El elevado impacto del dolor crónico en Castilla y León que se ha observado en el informe, evidencia la necesidad de mantener la consideración prioritaria de la enfermedad y optimizar los recursos asistenciales destinados a su manejo y conocimiento”, concluye la patrona de la Fundación Grünenthal.