sábado. 20.04.2024
Montaña entre amigos

Amanece lloviendo. Es uno de esos días en los que te apetece ver viejas fotos y videos. En los que, te sientas a la mesa, sujetando un café humeante con las dos manos y dejas que su aroma haga las veces de máquina del tiempo y comienzas a viajar, con los ojos cerrados, por las innumerables estaciones de tu vida. Ves pasar las situaciones y las gentes como los postes de telégrafos desde la ventana de ese imaginario tren, impulsado por la primera dosis de cafeína de la mañana. Y de repente, el viaje se detiene en una estación llamada Millán Moyano Manzano.

 

Millán nació en Zamora hace tantos años como resultan de restar 1978 a 2013. Tenía 13 años cuando su padre le regaló una bicicleta y fue a estrenarla al bosque de Valorio. Sin saberlo, ese día, nacería una ilusión que le acompañaría el resto de su vida. Por primera vez vio como unos chicos se subían por las “piedras” de la parte alta de Valorio, por encima de las vías del tren. La primera zona de “bulder” improvisado de la ciudad. Los vio escalar y se dijo: Tengo que probarlo. Y probó. Y probó y le gustó. Y sigue probando y le sigue gustando.Escalada

Desconocido para muchos (como tantos deportistas zamoranos), admirado por todos, me reúno en su tablón, “el tablón de Millán” y lo encuentro rodeado de sus amigos. Escaladores que como él, siguen entrenando a diario en un pequeño garaje reconvertido en zona de entrenamiento. Entre “presa y presa” vamos conversando y estas son las respuestas a mis preguntas:

- Yo creo que la escalada ha evolucionado en dos variantes. Antes todo el mundo que escalaba se lo curraba. Existía un afán generalizado por evolucionar y progresar. Esta era la tónica predominante. Ahora sale mucha más gente a escalar pero muchos de forma lúdica, es decir se ponen los pies de gato y escalan una o dos vías y pasan el día. Las escuelas están masificadas por la convivencia de estos dos tipos de escaladores.

Bajo mi punto de vista tenemos más cantidad que calidad, de hecho cuando fui por primera vez a un Campeonato de España en el año 98, estábamos inscritos 100 escaladores y en la última edición solamente 30 inscritos. Ese dato creo que dice mucho.

- La escalada deportiva es la modalidad que más me ha gustado siempre, quizás porque me he centrado más en competir, pero cuando he hecho tapia, en el Naranjo de Bulnes o en Riglos he disfrutado muchísimo. Para mi es otro tipo de escalada, que también me gusta, por supuesto. Pero encadenar una vía dura en deportiva es para mí lo más gratificante, después de que la has entrenado, estudiado, preparado... Bajo mi punto de vista una vía dura de deportiva es una satisfacción más mantenida. Una vía de tapia me reporta sensaciones distintas, ni mejores ni peores, simplemente distintas. Siempre, claro está, desde mi mentalidad de escalador de deportiva, para otros escaladores será diferente, seguro.

- Empecé a competir en el año 1998 en Copa de España y el último campeonato de España en el que participé fue en el año 2005 consiguiendo quedar en 5º puesto. Entre medias, muchos campeonatos y competiciones diversas, por supuesto. Pero una de las experiencias más importantes para mí como escalador fue ser miembro de la selección española de escalada en el año 2006 y participar en la Copa del Mundo representado a mi país. ¡No se me olvidará jamás!

- Hasta ahora mi grado máximo encadenado en deportiva es 8b/+ al segundo pegue (intento) y 8a/+ a vista (*** brutal !!! ). Tengo predilección por las vías largas mantenidas, vías que tienes que ir sufriéndolas. Una vía aeróbica en la medida de lo posible, independientemente del tipo de roca.

- Equipador? Bueno eso sería decir mucho. Sí, alguna vía tengo equipada con Santiago, pero equipo o preparo más vías para competiciones y campeonatos, de hecho tengo el título de Equipador Nacional.

- Las regulaciones en las zonas de escalada son imprescindibles por culpa nuestra, de los propios escaladores, porque como vamos tantos y parece que ahora está de moda ir al monte pues no sólo van los escaladores a las escuelas, sino que van acompañantes a ver y quizás no están tan concienciados de lo que la escalada sostenible significa. Evidentemente si uno rompe un canto o una rama de un árbol, por ejemplo, no se nota pero en ciertas escuelas de importancia vamos tantos que el impacto es evidente si no se regula.Escalada

- Se debería incluir la escalada como deporte olímpico? Por supuesto, pero las competiciones vienen delimitadas muchas veces por el Equipador, que dependiendo de cómo estructure las vías puede favorecer a uno u otro escalador dependiendo de la altura y de la envergadura de los competidores. En el atletismo, por ejemplo, el reloj es el mismo para todos. En la escalada, las condiciones antropomórficas de cada escalador condicionan la igualdad de la competición, independientemente de que uno esté más fuerte o más preparado que otro, porque simplemente no puede llegar a la siguiente presa o está tan junta y el escalador es tan grande que no entra y no puede saltársela para llegar a la siguiente. Ramonet posiblemente sea el mejor del mundo, pero no gana porque simplemente es bajito. Eso no puede pasar en un deporte olímpico. Por eso será muy difícil que llegue a ser deporte olímpico.

- La escalada es una forma de vida. Si claro, para el escalador lo es. Pero quizás es una expresión un poco pretenciosa que usamos mucho, pues en igual medida para el piragüista su deporte es una forma de vida y para los que juegan al pádel su deporte lo es de igual manera. Si toda tu vida estas pensando en tu hobby y todo tu tiempo libre gira sobre tu afición, evidentemente se convierte en una forma de vida. Pero muchos de nosotros pensamos que la montaña o la escalada es una forma de vida y lo de los demás no.

- Este no es el primer tablón que tenemos. El primero lo hicimos en el 97 con David, Susi, Aarón, Roberto y Pedro Mario. Estaba en la calle Obispo Acuña, pero al final, “oveja de todos, el lobo la come”. Recuerdo que nos ayudó el Grupo de Montaña CIMAS con una subvención. Montamos el tablón nosotros mismos y nos cobrábamos en pesetas a nosotros mismos también (jajajaja). Pero al final fue inviable y desapareció.

- ¿Entrenamiento programado? El entrenamiento que no es programado no es entrenamiento. No es lo mismo bajar al tablón que entrenar. Cuando escalas estás entrenando evidentemente pero para escalar mejor no sólo necesitas escalar sino entrenar de verdad. Debes de preguntarte cuáles son tus objetivos en el mundo de la escalada. ¿Quieres participar en copa del mundo? Pues vete preparándote para entrenar cinco horas diarias como mínimo con una programación exhaustiva y unas pautas bien definidas. ¿Quieres acercarte al séptimo grado? Pues baja al tablón y escala pero será difícil que pases de ese grado, incluso que llegues. Ahora, ¿me dices que quieres hacer 8b a vista (sin preparación en concreto para esa vía)? Pues entonces tienes que entrenar entre bastante y mucho.

- Por supuesto que he probado otras modalidades dentro de los deportes de montaña. La escalada en hielo me pareció muy divertida. No puedo opinar sobre su dureza o técnica porque escalaba con la cuerda por arriba y no tenía el factor psicológico que supone colocar los tornillos de hielo. Es decir, no me pareció muy exigente físicamente porque fue una toma de contacto no una escalada seria, psicológicamente no lo sé, pero como te digo, me supongo que la historia cambia mucho al ir de primero, como en la escalada en roca. Y por supuesto no hablo de las largas aproximaciones a las vías, el frio extremo y los demás factores alpinos, eso es otra historia. Eso sí, disfruté y me divertí muchísimo.

También he hecho mis pinitos con el esquí y con el alpinismo pero la verdad es que siempre he estado muy centrado en la escalada deportiva.

- Muchos escaladores de élite, al llegar a cierta edad cambian la escalada por el alpinismo, evidentemente, porque el mantenerte en la élite exige muchas horas de entrenamiento y someter al cuerpo a un maltrato continuo. Cuando llevas muchos años, físicamente ya no puedes maltratar tu cuerpo de la misma manera y psicológicamente estas harto de sufrir. Un escalador que está en la élite siempre va a poder hacer octavos con un grado de acierto del ochenta por ciento. No se va a caer. Entonces seguirá disfrutando de la escalada ampliamente, podrá hacer una vía de tapia de séptimo grado y disfrutará como nadie porque sabe que no se va a caer, es como para nosotros escalar un cuarto, pero no podrá estar al nivel competitivo que se le exige, por eso el cambio de estilo y de modalidad. Y por eso siguen buscando emociones en la montaña, pero adaptadas a sus capacidades.

Te pongo un ejemplo: Tengo un amigo que dice que “el bulder es la retirada honrosa”, es una opinión. En vez de dejar de escalar pues te dedicas al bulder, que es más lúdico, más agradecido no suelen precisarse largas aproximaciones, el material para practicarlo es más escaso…, es una modalidad más social, no exenta de dureza, mérito y dedicación, por supuesto. De hecho nadie que haga bulder entrena. Si la escalada es un deporte, por así decirlo, hippy, el bulder es hippy, hippy. Salen mucho a escalar pero no entrenan específicamente. Claro que pasarte seis horas al día probando un bloque ya es suficiente entrenamiento. No necesitas más. De hecho el bulder nació como una manera de entrenar para escalar, no como una modalidad en sí misma. Aunque actualmente a evolucionado casi tanto como la deportiva, en grados conseguidos y número de practicantes y para mi tiene el mismo respeto que el resto de las modalidades.

- Cuando termino una jornada de escalada me quedo con todo lo que me ha aportado ese día. El encadene de una buena vía, la compañía de los amigos, el paisaje, la naturaleza, el viaje en sí. De todas formas hay días para partirte el pecho con la roca y otros para disfrutar más de los amigos. Todo depende de cómo enfoques el viaje. Pero una cosa no excluye la otra.

- Mis proyectos actuales en la escalada en estos momentos de mi vida son claros. Volver a escalar y volver a entrenar. Por supuesto que sigo escalando y sigo entrenando pero quiero volver a estar al nivel que estaba antes o aproximarme lo más posible a él. Quiero volver a disfrutar de la escalada, olvidarme de letras y números y disfrutar del simple hecho de subir por una pared, de trepar por un trozo de roca. Escalar vías que sean duras pero que tengan algo más, que me agrade su línea, su recorrido, sus posibilidades, su historia…

- A la gente que está empezando a “jugar” con el deporte de la escalada le recomendaría que se lo tomen con calma, porque es un deporte tan intenso que a menudo empacha, en el sentido de que hay mucha gente que se lo toma muy a pecho al principio y en pocos años deja de escalar. Que lo disfruten pero que lo hagan con medida, porque como digo es tan intenso que puede llegar a empacharte.

Y así vamos terminando la charla, entre vapores de magnesio y polvo de colchonetas, olor a paredes y vías, lugares y amigos, olor a sueños…, verticales.

Amigo Millán. Nos vemos en las montañas!

Montaña entre amigos : Millán Moyano Manzano
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