jueves. 28.03.2024
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Izquierda Unida se suma  a la conmemoración del próximo día 28 de junio, Día internacional del orgullo LGTBI. Como ya es sabido, en este día se conmemora la revuelta que tuvo lugar en Stonewall Inn en 1969 lo que supuso un cambio radical en la concepción del asociacionismo LGTBI. Gracias a este cambio radical, desde entonces las reivindicaciones a favor de la diversidad sexual y afectiva entraron en la agenda pública. 


De tal forma que, a partir de entonces, Leyes punitivas han ido  cayendo en algunos estados y la visibilidad del colectivo LGTBI ha ido en aumento. Hoy, medio siglo después, es mucho el camino que se ha recorrido y son muchos, y muy importantes, los logros conquistados, pero todavía queda por lograr lo más importante: conseguir cotidianizar la diversidad afectiva y sexual, la identidad de género y conquistar el espacio público cotidiano pasando a ser parte legitimada y asumida de una realidad diversa así como el respeto y dignidad merecidos.

Muchas de las conquistas que se recuerdan hoy, son ya históricas y muchas de ellas a lo largo del mundo y también en nuestro país, han ido materializándose en marcos legales positivos.

Sin embargo, tal y como siempre hemos dicho, los derechos conquistados, todo lo logrado, no es irreversible. Estos últimos años vemos como avanzan movimientos autoritarios de ultraderecha y un populismo conservador con un ideario político que pone a las personas LGTBI en una diana. Las agresiones continúan, el acoso a las personas menores en los centros escolares es cada vez más preocupante, la discriminación en centros laborales y sanitarios persiste y los derechos para estos colectivos  no pueden estar ni un día más en suspenso.


Ahora, atravesamos tiempos de cambios, de convulsión y de incertidumbre. Los países en los que se han ido consolidando las conquistas históricas del colectivo LGTBI están en peligro de vivir una involución política, social y económica. Las garantías que nos dan los derechos conquistados y refrendados en legislaciones positivas y cuya consecuencia se refleja en sociedades más tolerantes, justas y diversas, pueden sufrir un revés que nos haga retrotraernos a tiempos más difíciles a los que nunca creímos que corríamos el riesgo de volver. 

El auge de los movimientos autoritarios de ultraderecha, el populismo conservador y el fascismo, se abren camino en una sociedad asustada y magullada por la crisis sanitaria derivada del Covid19 y la posterior crisis económica que se desprende de ésta. Estos movimientos defienden un ideario político que tiene al colectivo LGTBI como uno de sus blancos. En consecuencia, sus derechos están en peligro. El último  ejemplo, en Hungría, con una ley que prohíbe hablar de homosexualidad en las escuelas.  

Por tal motivo, para IU, debemos ser conscientes de que nada de lo logrado en materia de derechos LGTBI es irreversible, que nos pueden arrebatar los derechos que tanto hemos luchado por conquistar. Los pasos atrás pueden ser  sutiles e imperceptibles, pero una vez iniciado ese camino, la evidencia nos dice que el colectivo LGTBI puede acabar orillado, recluido en espacios cerrados, armarizado socialmente y devaluado, con un estatus de ciudadanía de segunda categoría.

Aunque quede aún un gran trecho para lograr la plena igualdad, la incorporación a la sociedad de la diversidad afectiva y sexual como algo natural y lógico, es necesario, también, asumir y reivindicar lo logrado hasta este momento. Si echamos una vista a los últimos treinta años, los logros de un colectivo que durante tanto tiempo estuvo oculto y fue estigmatizado, como ha sido el colectivo LGTBI, han sido inmensos. Por tal razón, hay que dedicar un gran esfuerzo a blindar lo conseguido. El salto adelante significa que hay que evitar, a toda costa,  no dar ni un solo paso atrás.

Para IU siguen siendo  necesarias,  desde distintos ámbitos, políticas favorables a la igualdad de trato hacia las personas homosexuales, bisexuales, trans* Inter* y más, en defensa de su dignidad, e impulsando la consolidación y reconocimiento de la plena igualdad de derechos y oportunidades, así como condenamos cualquier actitud, acción, manifestación y legislación de carácter LGTBI+fobia o de discriminación hacia las personas LGTBi+.

Porque para Izquierda Unida, el reconocimiento de la igualdad es esencial para asegurar la calidad de nuestra democracia, porque no puede haber ciudadanos y ciudadanas de primera y de segunda clase. Pero este hecho no debe hacernos bajar la guardia ante numerosos retos que aún quedan pendientes.

Lamentablemente, permanecen los prejuicios LGTBI+fóbicos, especialmente en ámbitos como el deporte, así como las actitudes y comentarios públicos que atacan la dignidad de las personas LGTBi+.

Actitudes que aún abarcan todos los ámbitos, hasta el acoso escolar Homofóbico y  Lesbofóbico principalmente.

Por ello, desde IU insistimos en que la educación es, sin duda, la principal herramienta para transmitir valores de igualdad, siendo preciso garantizar una educación inclusiva que proteja y reconozca la diversidad afectiva y sexual de las personas.

Izquierda Unida de Benavente se suma a la conmemoración del día del Orgullo LGTBI